A comienzos del mes de julio se hizo público que Britney Spears, de 39 años, había perdido la batalla judicial contra su padre, James Spears, después de que un juez de la Corte Superior de Los Ángeles le denegara su petición para destituir a su progenitor. Él era tutor legal de su patrimonio desde el año 2008 debido a los problemas de salud mental que padece la cantante. Y hablamos en pasado porque, sólo un mes después y tras el revuelo formado por Britney, el padre se ha echado a un lado.
Jamie Spears adelantó este jueves su intención de renunciar a seguir como tutor legal de la cantante, pero su anuncio llegó sin fecha de retirada y con una serie de condiciones que mantendrán la responsabilidad de la tutela en otras manos.
En unos documentos entregados este jueves en la Corte Superior de Los Ángeles, el padre de la artista aseguró que está de acuerdo con delegar en otra persona esa función de control que ejerce desde hace 13 años, aunque la transición no será inminente, recoge Efe.
Además, el progenitor señaló que ya tenía intención de abandonar la tutela antes de que su hija contratase a su nuevo abogado, Mathew Rosengart, hace un mes, tras recibir el visto bueno de la jueza que supervisa su caso.
Se trata de un paso más en favor de la voluntad de Britney, que llevaba meses expresando un fuerte rechazo a su padre y llegó a asegurar que quería denunciarlo por abuso porque, según sus palabras, él la obligó incluso a ponerse un DIU para que no fuese otra vez madre, tal y como te contamos en Vozpópuli.
Todas las denuncias públicas de Britney Spears contra la tutela de su padre es lo que han hecho que él se eche a un lado, ya que el propio Jamie ha asegurado que su retirada sólo es debida a la presión pública ejercida contra él, recoge Efe.
Britney Spears escapa de la tutela de su padre (pero aún no es libre del todo)
A pesar de que la retirada de Jamie no será inmediata, y de que antes tendrán que completarse procedimientos como una revisión de las cuentas de Britney, el representante de la cantante celebró la noticia como una victoria.
"Nos complace que el señor Spears y su abogada hayan admitido hoy que debe ser destituido. Es una reivindicación para Britney", explicó en un comunicado Rosengart, que trabaja para la artista desde hace menos de un mes.
El nuevo representante dijo además que tiene como objetivo poner fin a la tutela pero antes investigará la gestión de las finanzas por parte del progenitor, ya que habría encontrado algunos pagos injustificados a promotores cuando la cantante se retiró de los escenarios.
"Esperamos continuar nuestra enérgica investigación sobre la conducta del señor Spears y otras personas durante los últimos 13 años, en los que él cosechó millones de dólares de la herencia de su hija, y espero tomar la declaración jurada del señor Spears en un futuro cercano", concluyó Rosengart.
El supuesto despilfarro de dinero fue uno de los principales argumentos esgrimidos por Britney en su declaración del 23 junio, que dio la vuelta al mundo al calificar la tutela de "abusiva" y compararla con la esclavitud. "Esta tutela está pagando el sueldo de mucha gente", dijo la cantante, cuya fortuna es de unos 60 millones dólares y paga todos los implicados en el caso.
La madre de Birtney Spears, una pieza clave
El anuncio de la retirada del padre de Britney ha llegado acompañado de un ataque contra la madre de la artista, Lynne Spears, de quien se divorció en 2002.
La madre argumentó en una solicitud del pasado 1 de julio que "ahora, y en los últimos años, la persona tutelada es capaz de cuidar de sí misma y, de hecho, dentro de los parámetros de la tutela, ha ganado literalmente millones de dólares como celebridad internacional".
Pero el padre recordó que asumió el rol de tutor legal en 2008, cuando Britney estaba en "crisis", "desesperada por recibir ayuda" y corría el riesgo de perder su dinero en manos de malas influencias. Además añadió que madre e hija no han mantenido el contacto durante años.
La tutela, que se inició después de una etapa de comportamiento errático en la que Britney perdió la custodia de sus dos hijos –Sean, de 15 años, y Jayden, de 14, fruto de su matrimonio con su exmarido Kevin Federline–, ha sido muy cuestionada en los últimos años.
Si se hace efectiva la retirada del padre, aún permanecerá involucrada la abogada Jody Montgomery como tutora de sus aspectos médicos, un papel que ejerce desde 2019, recuerda la citada agencia. Veremos qué acaba pasando y si Britney ha hecho bien en iniciar toda esta guerra mediática y judicial.