La Audiencia Nacional ha condenado a la nueva duquesa de Franco, Carmen Martínez Bordiú a pagar medio millón de euros por impuestos impagados tras una venta de acciones. Una acción que ha sido considerada fraude fiscal.
La nieta de Francisco Franco obtuvo 9.9 millones al vender el 28 de abril de 2006 las 42 participaciones de una inmobiliaria que le había donado su madre en el año 2000, mediante escritura pública de donación. Sin embargo, habría declarado como ganancia patrimonial de esta venta 57.000 euros y no los 6.7 millones en los que Hacienda calcula el beneficio.
La Agencia Tributaria estima que Carmen Martínez Bordiú habría intentado pagar menos impuestos excusándose en que los inmuebles y fincas adquiridos con el dinero obtenido por la venta de acciones, entre ellos el piso de lujo donde residía con su antigua pareja en Santander, formaban parte de su actividad económica.