Hacía 18 años que ninguna tenista nacional se alzaba con el título de Roland Garros, la última en hacerlo fue Arantxa Sánchez Vicario en 1998. Con su triunfo, Garbiñe Muguruza ha logrado destronar a Serena Williams y ostenta la segunda posición mundial en el ranking de las mejores tenistas profesionales.
Nació en Guatire, Venezuela y se instaló a los 6 años en España. Desde muy pequeña acudía a clases en un club de tenis en Venezuela, después en España se formó en la Academia Bruguera de Barcelona, bajo la tutela de Alejo Mancisidor.
Su padre es vasco y su madre venezolana, esto le provocó su primera gran decisión importante: “elegir entre mamá o papá”, es decir, si representar a España o a Venezuela, y finalmente se decantó por la primera hace tan sólo un año en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
La tenista confiesa que su estatura, 1,82 metros, le ayuda “a ser agresiva, pegar duro con la pelota y hacer puntos intensos”, según publicó ‘Marca’. Entre sus ídolos se encuentra Serena Williams y María Sharapova “porque su actitud y su trabajo dentro y fuera de la pista son admirables”.
Garbiñe se despierta con Paco de Lucía
Muguruza se describe como una mujer con mucha personalidad y un poco rebelde. Sin embargo disfruta de los pequeños placeres: un paseo por Barcelona, cocinar para los amigos, -es una golosa confesa-, o ir de compras. Por el momento, se desconoce si tiene pareja o no, aunque ha declarado que ahora mismo no le interesa tener ninguna relación sentimental.
Una de sus grandes aficiones es escuchar música. Antes de un partido, se concentra escuchando a David Guetta o Rihanna. Sin embargo, también le fascina Paco de Lucía, de hecho se despierta cada día con la canción ‘Entre dos aguas’. Garbiñe es una mujer aventurera, otra de sus pasiones es viajar, algo que hace siempre que el trabajo se lo permite. Entre sus últimos destinos se encuentra Marrakech, París y Tailandia.
La tenista también siente un gran interés por la moda aunque no se casa con nadie, al menos por el momento, porque después de su gran triunfo seguro que los diseñadores se la rifan. De hecho ya es una de las musas de Stella McCartney, por el acuerdo que tiene Adidas con la diseñadora.
BBVA también la ha elegido como la primera mujer embajadora permanente de su firma y cuenta con el apoyo de la marca de raquetas, Babolat. Sin embargo, cuando se quita la ropa de trabajo, le gusta enfundarse en vestidor cortos, que marquen su silueta y unos buenos tacones, presumiendo así de piernas.