Iñaki Urdangarin viajó a Ginebra (Suiza) para ver a su hija pequeña, Irene, de 16 años y a su todavía mujer, la infanta Cristina. A pesar de que ya podrían haber llegado a un acuerdo de divorcio, la pareja fue vista paseando “cogidos de la mano”, según relató un testigo en ‘Sálvame’. De ser así, provoca cierto desconcierto ya que la relación del exduque e Ainhoa Armentia sigue viento en popa.
La publicación de las fotos del todavía cuñado del rey Felipe VI con su compañera de trabajo y que se destapara la infidelidad, cayó como un jarro de agua fría en la familia. No solo causó un gran dolor a la Infanta sino también a sus hijos, especialmente al mayor, Juan Urdangarin, y a la pequeña, Irene, que es la que peor se tomó las imágenes.
El que parece haberlo llevado mejor es Pablo Urdangarin, que acabó erigiéndose involuntariamente como portavoz de la familia.
La decepción de Irene Urdangarin con su padre
Iñaki Urdangarin visitó a su esposa y a su hija Irene en Ginebra para tratar de enmendar el daño que le ha causado a la menor tras destaparse la doble vida que llevaba su padre que ha precipitado la separación del matrimonio.
La menor es la que más ha sufrido en toda esta historia, que le ha causado un gran dolor y angustia. “Quizás por estar muy apegada a su madre, y también por su condición de mujer, Irene se enfadó terriblemente con su padre tras la publicación de las fotos en una playa cerca de Bidart”, ha escrito Pilar Eyre en ‘Lecturas’.
Según la periodista, Irene Urdangarin "se negó a admitir cualquier explicación" de su padre por mucho que sus hermanos mayores intentaran hacerla recapacitar y "trataran de suavizar el tremendo palo que le supusieron aquellas imágenes románticas en una playa cerca de Bidart".
La joven sintió una profunda decepción con su progenitor porque "no solo se vino abajo su ídolo, su referente, sino que además fue testigo del dolor de su madre, la vio sufrir día a día, ¡la vio llorar!, y eso fue muy duro para ella".
Iñaki Urdangarin quiere obtener el perdón de su hija
Por todo ello, el exjugador de balonmano del FC Barcelona pasó una semana en casa de Cristina de Borbón y de su hija y se volcó plenamente en la joven con la intención de obtener su perdón y recuperar su cariño, según la periodista.
“Iñaki ha intentado normalizar esta visita a Suiza comportándose como un padre de familia cualquiera. Padre e hija visitaron a una sobrina del exduque de Palma que acaba de tener un bebé, también ha ido a buscar a Irene al colegio, la ha acompañado a jugar al tenis, se ha paseado con ella por Ginebra comiendo un helado”, se puede leer en la publicación.
Iñaki Urdangarin que “es un gran cocinero” también fue “a un supermercado especializado en productos naturales mientras Irene estaba en el colegio”, seguramente para reconquistarla también con el estómago.
En este acercamiento de posturas de padre e hija ha tenido mucho que ver la Infanta, la hija menor del rey Juan Carlos y Sofía. Ella es la que ha mediado y favorecido a que Urdangarin recobre el cariño de su adorada hija, algo muy importante para él.
Irene ha pasado de apenas dirigirle la palabra a perdonar a su padre. "Pronto el cariño se impuso al enfado", asegura Eyre.