La infanta Elena cumple 60 años. Una cifra redonda que la hermana del rey Felipe VI celebra por todo lo alto junto a su familia con una discreta reunión familiar en un restaurante de Madrid. Una fiesta muy alejada del gran evento que prepara el rey Juan Carlos para el próximo 5 de enero, fecha en la que soplará 86 velas.
Alejada del ojo público, sobre todo desde que en 2014 dejara de formar parte de la ‘familia real’ para pasar a ser ‘familia del Rey’, la infanta Elena vive centrada en su trabajo como directora de Proyectos en la Fundación Mapfre, labor por la que aseguran cobraría 200.000 euros (hasta 300.000 según Pilar Eyre), en sus amigos y su familia. Algo que no ha impedido que sean muchos los que adviertan una soledad en la vida de la hija de los reyes eméritos.
En los últimos años, mucho se ha hablado de la vida de soltera de la infanta Elena. Y es que, desde que anunciara su separación de Jaime de Marichalar en noviembre de 2007, cuando se emitió el ya famoso comunicado anunciando el “cese temporal de la convivencia”, no se le ha conocido pareja alguna.
Pero no solo su vida sentimental ha despertado interés. Según publica esta semana Pilar Eyre en la revista ‘Lecturas’, la infanta Elena se encuentra “más sola que nunca”. “Se lleva mal con Letizia y con su madre tiene sus diferencia. Sus hijos ya no viven en casa y dedica toda su devoción a su padre” señala la cabecera.
Las diferencias que han distanciado a la infanta Elena de doña Sofía y de la reina Letizia
Mucho se ha hablado de la relación entre la infanta Elena y la reina Sofía. Una relación que definieron como fría y distante durante la infancia de la primogénita de los reyes eméritos, y que aunque habría mejorado con el paso de los años, nunca ha llegado a ser tan estrecha como la que la exmonarca tiene con su hijo Felipe.
“La reina estaba tan absorta en su hijo que nunca prestó demasiada atención a las infantas. Durante una época, Elena necesitó atención personal y se trató con una especialista argentina. A la consulta siempre la acompañaba el jefe de la casa, Sabino Fernández Campo, nunca su madre” cuenta la periodista que añade: “Su tiempo libre y sus clases de hípica las compartía con su secretario Carlos García Revenga. Hasta que apareció Jaime de Marichalar".
Sin embargo, el matrimonio no fue lo esperado para la infanta Elena. Según desvela Pilar Eyre, el carácter de la madre de Froilán ha cambiado mucho con los años, lo que habría marcado aún más las diferencias con su madre, la reina Sofía.
“Aquel carácter bullicioso que marcó su juventud se ha diluido en una religiosidad extrema. Es quizás una de las razones por las que se lleva mal con su cuñada. Tampoco comparte con su madre su politeísmo, ya que ella es católica, apostólica y romana a machamartillo” apunta la periodista.
La infanta Elena, muy unida al rey Juan Carlos: así es su estrecha relación diaria
Y mientras con la reina Sofía existen distancias, la relación que mantiene la infanta Elena con el rey Juan Carlos es muy estrecha. Incluso a pesar de la separación física. Es de sobra conocido el vínculo entre padre e hija, quienes, según aseguran, comparten carácter, gustos y aficiones.
Desde que el rey emérito se instalara en Abu Dabi, la infanta Elena ha viajado en numerosas ocasiones a visitarle, y suele ser siempre quien se desplaza hasta Sanxenxo cuando su padre acude a las regatas.
Así, según la periodista en Casa Real, “casi todas sus devociones humanas (las de la infanta Elena) se concentran en su padre” con quien mantiene una estrecha relación diaria: “Con él habla todos los días por teléfono. Le envía canciones, memes graciosos, noticias y también interviene en la preparación de ese auto homenaje que se va a dar Juan Carlos el día de su cumpleaños”. Un cumpleaños que la infanta Elena no se perdería por nada.