Los últimos desnudos que Kim Kardashian ha compartido en sus redes sociales han levantado más polvareda de la habitual. Lejos de romper internet como en otras ocasiones, la socialité ha tenido que salir al paso de las múltiples críticas que han afeado su forma de explotar su cuerpo. Y no crean que se lo ha tomado demasiado bien. “No tomo drogas, casi no bebo, nunca he cometido un asesinato, ¿y soy un mal ejemplo por estar orgullosa de mi cuerpo?”, ha respondido con gran malestar.
“Todo parece que tiene que acabar en mi sex tape. Sí, una sex tape que fue grabada hace 13 años. ¡13 años! ¿Y la gente quiere seguir hablando de eso?”. Kim asegura que ya pasó por el miedo y la vergüenza en aquel momento y que prefirió avanzar, no darle importancia. “No debería tener que estar dando explicaciones constantemente, enumerando mis méritos para probar que soy algo más que aquello que pasó hace trece años”. Y no podemos negar que tiene razón, pero, ¡es que nos gusta mucho hablar de su sex tape!
Debería entender la socialité que gracias a ese vídeo ha conseguido llegar a ser la celebrity más famosa del mundo y eso no se puede obviar. Pero es que, además, su sex tape es una auténtica obra de arte. Una revolución dentro del mundo de los vídeos íntimos protagonizados por famosos. ¿Necesita saber por qué nos gusta tanto? Pues más vale que tome nota:
El acabado es impecable
Acostumbrados a vídeos íntimos tan poco interesantes como el de Paris Hilton, grabado con cámara nocturna y, por tanto, con un color verdoso nada atractivo, el de Kim Kardashian es una joya. Cuidado, sencillo, sentido, todo lo que una sex tape necesita para ser inmortal. Además, no sobran minutos, ni faltan. El ejemplo perfecto de lo que necesita un vídeo para volverse viral.
Los protagonistas no sobreactúan
Kim puede estar tranquila con su sex tape ya que consigue que todo el mundo acabe empatizando con ella. Está correcta, sin locuras, ni estridencias. Lo justo para que el vídeo se convierta en un éxito, pero no tanto como para terminar arruinando su carrera -tampoco es que tuviese una muy asentada-. De hecho, fue el punto de partida de todo lo que vino después. Eso también cuenta. ¿Cuántas celebrities han saltado a la fama desnudándose?
No aparece Kanye pero no hace falta
Seguro que si hacemos una encuesta a pie de calle, la mayoría de la población cree que el partenaire de la socialité en su sex tape es Kanye West. Pero no, fue su anterior novio, también rapero, pero no tan famoso. Y no pasa nada. ¿Ha sido un impedimento para coronarse como la reina del show business mundial? Para nada. Además, Kanye también tiene sus fotografías sin demasiada ropa circulando por internet. Lo que las filtraciones ha unido que no lo separe nadie.
El morbo sigue presente
La propia Kim se ha encargado de ir alentando el morbo alrededor de su figura gracias a sus cambios físicos y su facilidad para desnudarse. Claro, así, ¿cómo espera que nadie se acuerde de su vídeo? Es la socialité que más veces se ha desnudado y que más bombo le ha dado a sus posados. Por mucho que ella pretenda desvincularse de su vídeo, es imposible que los espectadores de su reality lo hagan.
Es un recurso muy fácil
No hace falta que Kim Kardashian se dedique a detallar su currículum para que todos sepamos que desde aquel vídeo ha pasado mucho tiempo. Pero tampoco puede evitar que cualquier que tenga ganas de criticarla se aferre al recurso más fácil. No debería importarle tanto. Si está tan orgullosa, tan satisfecha y tan contenta, ¿para qué demostrar que, en el fondo, le sigue afectando? Kim, borrón y cuenta nueva. Ya les gustaría a los demás despertar tanto interés mediático sin hacer, aparentemente, nada. A lo hecho, pecho. O en su caso, trasero.