Letizia se cuida y mucho. Ha tenido dos embarazos, ya es cuarentona y puede presumir de seguir poniéndose los mismos vestidos que cuando estaba en la década de los 30. Eso sí que es envejecer con dignidad. Desde luego que el sobrepeso nunca será un problema de belleza ni de salud para nuestra Reina.
Además de su cuerpo, Letizia mima mucho su cabello y le gusta experimentar con él. Después de su corte de pelo ‘bob’, de sus mil y uno recogidos, y de su melena lisa con ondas es quizá uno de los aspectos en los que crea tendencia.
Además de su pelo, teñido con unas cuidadas mechas caramelo, Letizia ha ido mejorando su rostro. No hablaré aquí de la cirugía que se hizo en la nariz ni de otros supuestos ‘arreglitos’ que he leído por ahí que se ha hecho. Eso os lo dejo a vosotros. Juzgad vosotros mismos su cara de antes y de después. Cuando digo que ha mejorado su rostro es que debe invertir bastante en tratamientos de belleza ya que su piel carece de manchas, casi no tiene arrugas y parece de porcelana. A este buen aspecto ha ayudado en parte un maquillaje cada vez más personalizado en el que los ojos son los protagonistas con alguna licencia al rojo de labios. Pese a todo, algunas veces ella también amanece con ‘careto’ y ojos hinchados.
Sin embargo, nuestra perfecta Letizia tiene una parte del cuerpo que no guarda la proporción áurea del resto. Digamos que las manos de Letizia no son su punto fuerte. Algo que choca porque en el resto de su anatomía la Reina se esmera por conseguir la perfección.
En concreto, sus manos reales me parecen huesudas, se le marcan mucho las venas y la forma de los dedos no es del todo fina y estilizada. Además, suele llevar las uñas muy cortitas, casi sin forma y nunca esmaltadas de colores llamativos. Para que pasen lo más desapercibidas posible Letizia no lleva ya ni reloj, ni pulseras, ni ningún anillo (ni su alianza de casada, ni su anillo de pedida).
En alguna ocasión ella ha dicho que no le gusta llevar anillos porque le molestan para trabajar cuando tiene que saludar con un apretón de manos. Y no, no es que la Reina sea ahora agricultora o minera, pero lo que sí es cierto es que sus manos, con tanto besamanos, tantas audiencias y tanta gente a la que saludar, tienen que sufrir de lo lindo.
Así que podemos decir que Letizia tiene manos de trabajadora y quizá sea una de las partes de su cuerpo que más usa. En cualquier caso nos gustaría mucho verla con las uñas pintadas de rojo o con algún anillo.