El premio Nobel, de 82 años, fue hospitalizado en la clínica Ruber Juan Bravo de Madrid la madrugada del pasado miércoles tras sufrir una aparatosa caída en la casa de Isabel Preysler, en Puerta de Hierro, donde viven juntos desde hace tiempo.
Mario Vargas Llosa estuvo todo el día de ayer en la clínica, por recomendación médica, para realizar un seguimiento y evolución del hematoma en el glúteo con el que ingresó y del leve traumatismo craneoencefálico que le produjo la aparatosa caída. No presentaba ninguna fractura ósea.
Este viernes, el escritor ha sido dado de alta y ha regresado junto a Isabel a la casa de la Avenida de Miraflores, donde tendrá que guardar reposo y frenar un poco su agenda, lo que también conlleva los continuos viajes que hace la pareja.
El percance se produjo cuando Isabel y Mario acababan de llegar de un viaje de Canarias, en La Palma, en las que estuvieron visitando el Observatorio del Roque de Los Muchachos y el Instituto de Astrofísica de Canarias.
Preysler ha revivido la pesadilla que sufrió con Miguel Boyer en la Ruber
En esta misma clínica, la Ruber de Juan Bravo, es donde también estuvo ingresada la expareja de Isabel Preysler, Miguel Boyer, que entró sin conocimiento y en estado crítico tras sufrir un derrame cerebral la madrugada del 28 de febrero de 2012, después de que la filipina se lo encontrara tirado en el suelo en su domicilio de Puerta de Hierro.
El ex ministro de Economía, de 73 años, nunca volvió a hablar correctamente tras ello y no volvió a ser el de antes, a pesar de que Isabel y Miguel protagonizaron un posado para ‘¡Hola!’ en el que ‘vendían’ que la recuperación de Boyer evolucionaba satisfactoriamente.
