A lo largo de un año la moda va viviendo multitud de cambios. Se suceden dos temporadas distintas con sus correspondientes tendencias, las capitales del diseño celebran varias fashion weeks, los clientes nos aprovechamos de dos periodos de rebajas... y nuestros outfits y armarios van evolucionando pasando, casi darnos cuenta, del abrigo al bañador y de la sandalia a la bota.
Sin embargo, este año no ha sido un año normal. La pandemia del Coronavirus lo ha trastocado todo, incluyendo nuestra forma de vestir, por lo que el 2020 será recordado en el futuro como un año de revolución en el sector. ¿En qué hemos cambiado? Las ventas online se han disparado hasta empatar prácticamente con la compra tradicional, las colecciones comfy se suceden marca tras marca, la preocupación por el planeta se ha multiplicado y cada vez son más firmas y clientes los que se fijan en promover una moda sostenible, los fashion films han sustituido a las pasarelas habituales... ¡y estos son sólo algunos ejemplos!
La Navidad es el momento ideal para repasar el año que estamos a punto de dejar atrás. Es la fecha perfecta para hacer los listados de los mejores looks del año, de las mujeres más elegantes, de las firmas más triunfadoras, etc. Desde Vozpópuli vamos a ser más innovadores y vamos a resumir los últimos meses que hemos vivido eligiendo la prenda que marcó cada uno de ellos. Un entretenido repaso por las tendencias que han protagonizado el 2020.
Enero: las zapatillas blancas
Las zapatillas realmente son la guinda del pastel, pero podríamos haber elegido cualquier otra prenda en blanco. 2020 arrancaba ya de manera original, dictando que el blanco era un tono invernal que debíamos de vestir de arriba a abajo, calzado incluido. Era urgente hacerse con un abrigo de este inmaculado tono para poder lograr conseguir el total look que veíamos defender a las celebrities e influencers y nos olvidábamos de los outfits oscuros. La tendencia ha sido tan fuerte que aún hoy seguimos bajo la influencia de esta fiebre blanquecina.
Febrero: el nuevo denim
Este año ha supuesto también la muerte absoluta de los pantalones pitillo. De repente veíamos que el patrón que nos había acompañado durante los últimos años dejaba de ser tendencia y nos veíamos invadidos por términos como palazzo, cargo, balloon, baggy, bastille, o flare, que vaticinaba la llegada de los patrones 'oversize' a nuestros pantalones. De repente, nuestro armario se quedaba anticuado y teníamos que ir a renovar nuestro arsenal de vaqueros entre los que no podían faltar el slouchy, el estilo globo que marcó los últimos compases del invierno.
Marzo: la fiebre 'tie dye'
Y de repente, las tiendas se llenaron de un estampado que habíamos abandonado en el siglo XX: el 'tie dye'. Fue una moda promovida sobre todo por los más jóvenes, exactamente aquellos que no la vivieron en su máximo momento de esplendor. Enseguida las redes se vieron invadidas de tutoriales de cómo conseguir transformar esa camiseta o pantalón que ya no usabas en tu nueva prenda fetiche gracias a esa cosa tan de abuelas que se llamaba lejía. ¡Conseguir una prenda exclusiva y única estaba al alcance de cualquiera!
Abril: la mascarilla, tu nuevo complemento inseparable
... y llegó el Coronavirus. La pandemia se instaló por completo a nivel mundial y la población se vio, casi de la noche a la mañana, confinada en su casa. Marzo estuvo marcado por la confusión, pero en abril ya asumimos que el virus había llegado para quedarse más allá de un par de semanas y empezábamos a usar mascarillas. El aburrimiento del confinamiento hizo que muchos se lanzaran a coser sus propios diseños y las firmas de moda vieron un nuevo filón de negocio que no podían dejar pasar.
Mayo: la blazer XXL
La pandemia y los confinamientos no frenaron nuestras ganas de vivir pegados a las últimas tendencias y pronto comenzamos a darnos cuenta que la estética masculina iba marcando la nueva imagen de la mujer. Una prenda, la blazer oversize, se convertía en la prenda de abrigo perfecta para la primavera y, encerrados en casa, estábamos en el mejor momento de revolver en los armarios de nuestros padres, e incluso abuelos, para heredar la que era la nueva prenda estrella del año.
Junio: el top de croché
Con las primeros atisbos del buen tiempo descubrimos que la artesanía iba a definir el verano. El ganchillo, el croché, las puntillas o el esparto ya no eran algo tradicional que asociábamos al pueblo y se convertían en los tejidos más importantes de la temporada. Entre las prendas que se volvieron indispensables se encontraban los tops de croché que parecían recién sacados de las agujas de una abuela y que para muchas supuso el inicio en el DIY (do it yourself), una manera perfecta de iniciarse en lo que se empezaba a denominar moda sostenible o circular.
Julio: el bañador 'luxury'
Tantas ganas teníamos de salir de casa, cambiar de aires y comenzar las vacaciones que este año, más que nunca, era necesario estrenar bañador. Empezábamos a vivir en lo que se llamaba 'nueva normalidad' y eso merecía un cambio de look. La mujer quería derrochar el glamour de las actrices que nos habían acompañado en las series y películas durante las semanas de confinamiento y se arriesgaban mucho más en sus outfits de baño con vertiginosos escotes, originales patrones o tejidos brillantes. Todo ello, además, bajo grandísimas pamelas y gafas de sol con cristales de colores. No era momento de ser discreta.
Agosto: la irrupción del minibolso
Durante el verano llegó una de las tendencias más controvertidas de los últimos tiempos: la fiebre por los minibolsos. Los habíamos visto en desfiles o en memes de celebrities en sus redes sociales, pero finalmente llegaban a la calle y a las tiendas y comenzábamos a dudar si era necesario hacerse con uno o si se trataba de algo ridículo. Al final, las que optaran por lo primero, acertaron. Los minibolsos llegaron para quedarse, al menos, por una temporada más porque en invierno siguen siendo tendencia y están aterrizando con fuerza también en la moda masculina.
Septiembre: el vestido 'baby doll'
En septiembre arrancábamos una nueva temporada otoño - invierno y se hacía necesario resetear nuestra mente fashionista de todas las tendencias que habían marcado el verano. Descubríamos que la moda se había fijado de lleno en los años 70 y la estética de medio siglo atrás volvía con más fuerza que nunca. Los vestidos baby doll, con sus lazos, sus cuellos románticos y sus cortes minifalderos eran un must que se combinaban con cazadoras de pelo, botas altas y gafas XXL al más puro estilo retro.
Octubre: cuero y más cuero
Sin duda, el cuero es el tejido favorito para esta temporada y nos dimos cuenta desde el primer momento. Ese material, que asociábamos con los complementos o con las cazadoras, invadían todo tipo de prendas más allá de lo que nuestra mente habría podido imaginar. El vestido de cuero era todo un descubrimiento, una pieza sencilla que podía acompañar a la mujer para todo momento y ocasión y que se convertía en la nueva pieza comodín que no podía faltar en el armario.
Noviembre: las botas altísimas
Cansados de las zapatillas que tanto habíamos lucido en lo peor del confinamiento, el otoño nos tenía reservadas unas tendencias de calzado bien llamativas. Los botines de estética militar o las suelas chunky están de moda, pero no pueden hacer sombra con la verdadera protagonista del zapatero que es la bota alta... y más alta de lo que habías visto nunca. Las llamadas mosqueteras tomaban el relevo del estilo cowboy que marcó el año pasado y hacían posible que el calzado sobrepasara la altura de las rodillas.
Diciembre: brindis con lentejuelas
Llegamos al último mes del año y lo hacemos por todo lo alto, luciendo nuestras mejores galas para las fiestas navideñas y con ganas de decir adiós al 2020. Las lentejuelas son el mejor tejido para esta tarea y las firmas se han lanzado de cabeza a diseñar todo tipo de prendas y complementos con este llamativo tejido para que nadie deje de brillar en los encuentros familiares. Este año, si no brindas con lentejuelas, no puedes considerarte una amante de la moda.
¿Qué nos deparará el 2021? Estamos a la vuelta de la esquina de estrenar nuevo año y con él llegarán nuevas sorpresas en el mundo de la moda. ¿Estás preparada?