Los que vivimos en grandes ciudades pocas veces miramos al cielo y cuando lo hacemos, por la noche, no es que veamos muchas estrellas: entre la contaminación lumínica y la que lanzamos al medio ambiente, no es sencillo disfrutar del esplendor de los cielos cuando vives en Madrid, Bilbao, Barcelona…
El denominado Astroturismo cada vez cuenta con más adeptos y no es de extrañar: haga un flashback y remóntese a cuando, siendo niño, se tumbaba en la era (el sitio donde antaño se trabajaba el trigo en los pueblos) a contemplar el cielo en una noche de verano. Maravilloso, ¿verdad?
En España contamos con varios enclaves en los que disfrutar de nuestros cielos y uno de ellos es la isla de La Palma, conocida como la Isla Bonita, fue la primera Reserva Starlight del mundo y ha sido elegida como el mejor destino del mundo para el astroturismo.
Lo del desarrollo de esta etiqueta no es de ayer: en 1985 se inauguró el Observatorio del Roque de Los Muchachos, uno de los mejores observatorios del mundo y que se ha convertido en icono del paisaje palmero: se encuentra a unos 2.400 metros sobre el nivel del mar, por encima del llamado “mar de nubes”, con una atmósfera limpia y sin turbulencias. En 2007 se celebró en la isla la Primera Conferencia Internacional Starlight, en la que se firmó la Declaración Mundial en Defensa del Cielo Nocturno y el Derecho a Observar las Estrellas. En 2009, Año Internacional de la Astronomía, se inauguraba oficialmente el Gran Telescopio Canarias.
A finales de 2012 a la isla se le otorgó la certificación de Reserva y Destino Turístico Starlight, siendo el primer lugar del mundo en recibir este reconocimiento. Todos estos hitos se completaron a finales de 2019 cuando La Palma fue galardonada en los premios internacionales de la Fundación Starlight como el mejor destino de Astroturismo.
La Palma ha ido desarrollando diferentes experiencias turísticas relacionadas con la contemplación de los cielos: una de las más populares es recorrer los senderos y miradores astronómicos habilitados dentro de la isla, y en los que se puede contar con explicaciones de guías especializados. Además, muchos hoteles y casas de turismo rural cuentan con instrumental básico para la observación (telescopios, prismáticos, …) para todos, aficionados o principiantes.
La Palma es Reserva de la Biosfera
El amor por los cielos se refleja incluso en la oferta gastronómica: hay restaurantes que ofrecen menús temáticos con platos con sugerentes sabores, texturas, imágenes y nombres que nos recuerdan planetas, galaxias o constelaciones. Para más información sobre esta temática, existe incluso una web específica.
Pero no solo de los cielos vive el hombre: hay que recordar que La Palma fue reconocida por la UNESCO como Reserva de la Bioesfera. Más de la mitad de su territorio cuenta con algún tipo de protección ambiental cuyo máximo exponente es el Parque Nacional de La Caldera de Taburiente. En definitiva, te atraiga la profundidad y oscuridad de los cielos o un paisaje frondoso y verde que te hará sentirte como si estuvieses en una selva tropical (una de las rutas más populares es la del hermoso Bosque de los Tilos), no dejes escapar la oportunidad de conocer esta isla. Nunca defrauda.