El divorcio de Enrique Ponce y Paloma Cuevas sigue coleando medio año después de haberse producido. Sobre todo porque aún no se ha firmado, es decir, siguen casados a pesar de tenerlo todo redactado.
El problema es que este contrato de divorcio, lo más probable, es que se quede sin firmar y se haga uno nuevo. Así lo dijo Federico Jiménez Losantos el otro día en su programa de radio, tal y como te contamos en DolceVita.
"El divorcio de Enrique Ponce y Paloma Cuevas no se firma y no se va a firmar. Aquí ha habido un acuerdo verbal generoso porque estaba él huyendo con una joven a la que conocía hace dos años, y en caliente Enrique y Paloma quisieron ser los mejores amigos. (...) Firmó ella, pero él no firmó…", dijo, explicando que el acuerdo no era para nada beneficioso para Ponce y que se redactaría otro pronto.
Y justo este nuevo acuerdo de divorcio es lo que explicaría el extraño viaje de Paloma Cuevas a República Dominicana a comienzos de enero.
Paloma Cuevas viajó a República Dominicana por asuntos de su divorcio con Enrique Ponce
El reciente viaje de Paloma Cuevas a República Dominicana en compañía de uno de sus primos estaría vinculado estrechamente con la redacción del nuevo acuerdo de divorcio. Así lo dijo también Losantos: "Los últimos datos son que fue acompañada de un primo que esta llevando profesionalmente lo que se está gestionando de verdad, el reparto de empresas comunes y, concretamente, todo lo referente al aceite. Eso hacían en República Dominicana, renegociar contratos de aceite que iban a ser de Ponce. Pero ese tinglado empresarial se ha venido abajo con el divorcio y ese contrato lo tienes que renegociar. Una vez renegocies toda la parte económica y se vuelva a repartir, que es lo previsible".
Cabe destacar que el negocio del aceite lo llevó Paloma Cuevas desde el comienzo, por eso no es de extrañar que sea ella la encargada de ver cómo se reparten o no estas empresas y en qué condiciones.
Ponce sigue con su vida, feliz junto a Ana
El diestro no está conforme, pues, con algunas cláusulas estipuladas en el acuerdo de divorcio y está retrasando el proceso mientras vive feliz y enamorado en un lujoso ático de Almería de 100 metros cuadrados con 3.300 metros de urbanización junto a su novia, Ana Soria, y Ney, un perro que acaban de adoptar.
El torero está integradísimo en la vida de ella hasta el punto de que pasó las fiestas navideñas con la familia de Soria. Esto apunta a niño y boda pronto pero ya veremos cómo va todo. Hay que recordar también que la pareja llevaba saliendo a escondidas dos años antes del divorcio de él.
¿Qué opinas de todo esto? Hay culebrón para rato.