Kate Moss nunca ha elegido muy bien a sus parejas, algo que no la ha ayudado a superar ciertas adiciones que siguen siendo un gran problema en la vida de la top model. Sin embargo, parece que Moss ha toca techo con su actual pareja, el conde y fotógrafo Nikolai von Bismarck, y le habría dado un ultimátum: o ingresa en un centro de desintoxicación o se acabó su relación.
Esta decisión la ha tomado después de que su pareja se lanzara por la ventana de su casa de campo. Una fuente cercana a la pareja explicaba a ‘The Sun’: “Ellos se fueron a pasar unos días fuera y quisieron salir de fiesta. Al llegar a la casa él empezó a decir que había un intruso en el jardín que no era más que una estatua decorativa. Entonces saltó desde la ventana para tratar de perseguirla y fue entonces cuando Kate empezó a estar muy preocupada”.
Según publica el diario, tras el incidente, un coche fue a recogerle y le trasladó a Londres donde se quedó con unos amigos que estuvieron vigilándolo por orden de Kate, que se encontraba en Canadá promocionando una marca de cosméticos. Poco después, ella le advirtió que si no ingresaba en una clínica de desintoxicación, la relación se acabaría.
Tras el incidente y la advertencia de Kate, el fotógrafo ha aceptado ingresar en el centro de rehabilitación, cuyos costes estaría pagando la modelo. Anteriormente, algunos medios británicos denominaron al conde Nikolai como el “bebedor de sangre” porque dijo haber bebido sangre de vaca en una tribu africana con la que convivió.
La modelo comenzó su relación con Nikolai el pasado verano después de separarse de su todavía marido Jamie Hince, guitarrista del grupo The Kills. Anteriormente, Kate ya tuvo problemas similares con Pete Doherty, del que se separó en el 2008, músico y cantante del grupo Babyshambles, y propenso a las adicciones y a las drogas.
#ROSÉUna foto publicada por Kate Moss Latest ⚡️ (@katemosslatest) el 14 de Abr de 2016 a la(s) 9:48 PDT