A pesar del calor veraniego, España cuenta con numerosos espacios donde resguardarse y disfrutar de la temporada estival de otra forma. Los amantes del trekking y la naturaleza podrán encontrar su espacio recorriendo algunos de los Parques Nacionales más bellos y plurales que conforman la península y las islas. Estos seis son solo algunos de los ejemplos de las maravillas naturales con las que contamos en el país de las que disfrutar este verano.
Parque Nacional de Sierra Nevada
Entre Granada y Almería se encuentra el Parque Nacional de Sierra Nevada, un lugar natural protegido con una gran variedad paisajística que va desde su pico más alto, el Mulhacén, la cima más alta de la Península Ibérica, hasta valles de origen glaciar, bosques, praderas y ríos. Al igual que el Parque Nacional de los Picos de Europa, en Sierra Nevada también se pueden hacer diferentes rutas de senderismo gracias a sus senderos señalizados.
Parque Nacional de los Picos de Europa
En plena cordillera Cantábrica se encuentra el Parque Nacional de los Picos de Europa, un lugar que impresiona a medida que te vas acercando por sus increíbles cumbres de roca caliza, sus desfiladeros, sus lagos y una naturaleza plagada de robles, hayas y pastos. Este entorno natural cuenta con la posibilidad de ser recorrido a pie en diferentes itinerarios, concretamente, 30 recorridos pequeños y 4 largos adaptados a todos los gustos, públicos y niveles. El Santuario de Covadonga es una de las visitas obligatorias, además de cada uno de sus lagos y el Naranjo de Bulnes, un pico con 2519 metros de altura.
Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido
En el corazón de los Pirineos se encuentra el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, compuesto por los valles de Ordesa, Añisclo, Escuaín y Pineta. Este lugar natural es uno de los grandes refugios de los turistas en verano, además de ser un destino perfecto para pasar unos días entre los pueblitos que lo rodean. Si se elige visitar este parque, no hay que dejar de visitar algunos de sus puntos más conocidos como el Tozal del Mallo, la Cascada del Estrecho, el Bosque de las Hayas, el Cañón de Añisco o las Gargantas de Escuaín.
Parque Nacional de Doñana
Desde las marismas o las lagunas hasta las dunas móviles, los cotos o las playas vírgenes, el Parque Nacional de Doñana recibe a sus visitantes con una pluralidad de ecosistemas que lo convierten en uno de los grandes atractivos además de ser uno de los puntos clave para los amantes de la ornitología. Y es que son muchas las aves de África y Europa que hacen paradas aquí en sus rutas migratorias a lo largo del año.
Parque Nacional del Teide
En Tenerife se encuentra uno de los parques nacionales más visitados de España por locales y extranjeros, el Parque Nacional del Teide, nombrado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad desde 2007. A medida que se sube el Teide, la cumbre más alta de toda España y uno de los volcanes más conocidos del mundo, comienzan a florecer sus cientos de conos, coladas y cuevas creadas a causa de las sucesivas erupciones surgidas hace miles de años. Además, los amantes de las estrellas, encontrarán aquí su lugar para disfrutar del manto estrellado porque está reconocido como destino 'Starlight', acreditándolo como un lugar perfecto para la observación de estrellas.
Parque Nacional de la Sierra de Collserola
Con sus más de 8000 hectáreas, el Parque Nacional de la Sierra de Collserola es considerada la zona verde más extensa del área metropolitana de Barcelona. Su diversidad de zonas naturales acoge bosques, maquias, zonas de cultivo o matorrales que lo convierten en un destino perfecto para los amantes de la naturaleza, además de contener un valioso patrimonio natural y arquitectónico que comprende, entre otros, los castillos medievales de Castellciuró y del Papiol.