Televisión Española ha elegido como protagonistas de Lazos de sangre al matrimonio formado por Asunción Balaguer y Paco Rabal. La pareja se dio el 'sí quiero' en 1951, tan solo un año después de conocerse. Ella se enamoró perdidamente del guapísimo y rudo actor cuando apenas tenía 20 años y él se declaró en mitad de un autobús, camino de Córdoba a Algeciras.
Para ella fue el único hombre de su vida, algo de lo que nunca se arrepintió, pero de él no se puede decir lo mismo. Fue uno de los galanes más seductores y conquistadores de la historia del cine patrio y, aunque solo quería a una, era un hombre infiel. A pesar de todo, Asunción conocía perfectamente a su marido y siempre le perdonó esos escarceos amorosos.
Paco Rabal tenía un hijo secreto
Aunque Balaguer perdonó una y otra vez las infidelidades de su amado, lo cierto es que tras el fallecimiento del intérprete en 2001 a los 75 años, se enteró de uno de sus mayores pecados. Paco había tenido un hijo secreto con una de sus amantes. "Eso nunca se lo habría perdonado e incluso me habría ido", llegó a confesar la actriz en alguna ocasión.
En una entrevista para XL semanal relató que Paco le había contado la existencia de ese niño, pero lo cierto es que ella nunca quiso saber nada del tema porque "le dolía mucho". Además, reveló que ni siquiera sabía si sus hijos (Teresa y Benito) tenían relación con su hermanastro. Aquel niño que tuvo con otra mujer es lo único que nunca le perdonó.
"Asunción estaba tan enamorada que renunció a su carrera artística por él y aunque la actriz tuvo alguna intentona de abandonarle, nunca se atrevió a hacerlo", han relatado Lazos de sangre. De hecho, ella cuidó de él hasta el final de sus días y le ayudó con su grave problema con el alcohol.
Cáncer de mama, deudas y ocaso familiar
La vida de los Rabal-Balaguer no fue siempre fácil y llena de éxitos. Siendo una saga conocida, querida y muy popular entre el público, su hija Teresa tuvo que enfrentarse al fracaso. Tras sus grandes éxitos infantiles, la fama de la intérprete de Veo, veo se esfumó completamente y con ella, su dinero.
Vendió su mansión por la cantidad de deudas que acumulaba y pasó una difícil situación económica que la obligó a aceptar multitud de ofertas (como cantar en bodas) para conseguir ingresos económicos. Pero lo peor de todo no fue eso. La cantante tuvo que recuperarse, casi en secreto, de cáncer de mama y dedicó mucho tiempo a cuidar de su marido, el músico Luis Eduardo Rodrigo, que padecía una enfermedad pulmonar grave y que falleció el 17 de abril de 2017.
Más tarde, el nieto de Asunción, Liberto, probó suerte en el mundo de la interpretación, pero sin ningún éxito. El joven heredó el porte de su familia, aunque acabó trabajando como dependiente. "Su ascenso fue igual de rápido que su desaparición", ha expresado Boris Izaguirre. "Es el ejemplo de que una cara bonita y unos apellidos no lo son todo", ha añadido Paloma García-Pelayo.