El Rey comenzó su reinado en una etapa muy delicada, en la que la monarquía estaba muy dañada, sobre todo después de la polémica cacería de Don Juan Carlos en Botsuana y de la imputación de Infanta Cristina, algo que le obligó a tomar una medida drástica y ejemplarizante: revocaba a su hermana el título de duquesa de Palma de Mallorca.
Durante su segundo año de reinado, su hermana pasó de estar imputada a ser juzgada y otro miembro de su familia se veía involucrado en un rema peliagudo, la vinculación de la Infanta Pilar de Borbón, tía de Felipe, en ‘los papeles de Panamá’.
En 2015 se rebajó el sueldo un 20% y en 2016, se lo subió un 1%
En febrero de 2015, Felipe VI decidió rebajarse el sueldo un 20%, pasando de cobrar 234.204, unos 58.548 euros menos que los que percibía su padre. Sin embargo, en marzo de este año decidió aplicar a la Familia Real y al personal de la Zarzuela la misma subida del 1 por ciento establecida en las retribuciones de los funcionarios, de modo que él percibirá 236.544 euros brutos en 2016, Doña Letizia 130.092 euros y el Rey Juan Carlos 189.228 euros.
Quiso implantar una ‘nueva’ y renovada monarquía pero austera
Para tratar de marcar un antes y un después en la Corona, en su primer año encargó una auditoría externa de sus cuentas realizada por la Intervención General del Estado, convirtiéndose el de 2015 en el primer ejercicio auditado de los presupuestos de un Rey en España.
También entró en vigor una ley de transparencia, -publicando las cuentas y sueldos de la familia real-, un código de conducta para el personal de La Zarzuela, exigió un control de los regalos que reciben, pidió un acuerdo entre la Corona y la Abogacía General del Estado para disponer de un asesoramiento jurídico permanente “que asegure que toda su actividad se ajusta a la ley”, y prohibió a los miembros de su familia trabajar para empresas, tener negocios en el sector privado o dedicarse a cualquier otro empleo que no sea el de representación institucional.
Reducen su presencia en bodas
Entre otros cambios que incorporó también están la ausencia de símbolos católicos, con el fin de cumplir la aconfesionalidad del Estado. Letizia tampoco tiene ya que usar la tradicional mantilla en los actores militares como hacía la Reina Sofía.
Los Reyes también decidieron reducir su presencia en bodas de otras Casas Reales o de su familia. De este modo, mientras cuando eran Príncipes asistieron al enlace de Bruno Gómez Acebo, primo de Felipe, y la modelo Laura Ponte, no lo han hecho en la segunda boda de éste con Andrea Pascual. Sólo fue Don Juan Carlos. Sin embargo el Rey emérito no se dejó ver en la pasada Semana Santa, sólo hicieron el tradicional posado, los Reyes, sus hijas y Doña Sofía. Atrás quedó aquella estamapa en la que estaban todos, incluidas las Infantas Cristina y Elena, con sus respectivas familias.
Monarquía más abierta, moderna y cercana
Con su llegada al trono también ha habido cambios en el protocolo. Con el fin de querer ser más cercanos está haciendo que desaparezcan las reverencias que los invitados les hacían, tampoco se sientan ya, salvo en excepciones, en un escenario enfrente de los invitados sino en primera fila junto al resto de asistentes.
Con el nuevo reinado, los colectivos gays entraron por primera vez en Zarzuela. Su primera recepción de los Reyes fue con asociaciones del colectivo de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGTB). También se han tenido un mayor acercamiento con jóvenes artistas, emprendedores, activistas y deportistas.
Tratando de innovar hasta en los pequeños detalles
En el mensaje de Navidad de 2015, el Rey volvió a innovar y por primera vez se grabó desde el Palacio Real, desde el Salón del Trono, mientras que anteriormente siempre se había hecho desde La Zarzuela.
El mensaje provocó múltiples memes por la ostentosa decoración del salón y su corbata también fue objeto de polémica, por el tono de su corbata, que descartaron que fueran azul o verde, y se decantaron por tonos granates, donde muchos vieron un guiño a Podemos, aunque no era así.
Sus salidas al cine y restaurantes, y más cariñosos que nunca
Como símbolo de modernidad, la Casa Real se ha vuelto más activa en Twitter, se han dejado hacer selfies y fotos por los ciudadanos, aunque en ocasiones, Letizia también se ha enfadado y llamado la atención a alguna persona por ello, como ocurrió en un restaurante de comida asturiana, en Canús.
Los Reyes se han dejado ver por las calles de Madrid y tratando de disfrutar de su tiempo de ocio como una pareja más. En febrero acudieron al estreno de ‘Deadpool’ a Cinesa Manoteras, un mes después fueron a ver el espectáculo ‘¡Chist!’ de Los Luthiers, en Barclaycard Center. También se les vio cenando en Yugo The Bunker, donde son socios honorarios y el resto tiene que pagar hasta 600 euros.
Sin embargo, el último cumpleaños de Felipe fue en un restaurante asiático de Aravaca y fue ‘low cost’ y lo celebró junto a su mujer e hijas; y en su última salida, el pasado 8 de junio, la pareja acudió a un local de moda cerca de su domicilio, vestidos muy informales, en vaqueros.
En este segundo año de reinado, se han dejado ver más cariñosos que nunca: miradas cómplices, gestos de cariño, sonrisas, incluso han aparecido cogidos de la mano en los Premios Cervantes, algo inusual ya que normalmente van por separado o ella cogida de su brazo. Gestos que parecen que son de cara a la galería después de que se hablara de crisis en el matrimonio.
Mucha presencia en el fútbol, cero en los toros
Sin lugar a dudas, en este último año han apoyado al fútbol como nunca porque su presencia ha sido más que notable sobre todo en el mes de abril y mayo. Cabe destacar que su 12 aniversario de casados, lo celebraron en el fútbol viendo la final de la Copa del Rey en el Vicente Calderón donde intercambiaron muchos gestos de complicidad. Fue un partido mucho más tranquilo que el del año anterior, donde Felipe tuvo que soportar una estruendosa pitada durante el himno.
El pasado mes de abril, el Rey presenció la final de la Copa del Rey de rugby en Valladolid. A finales de este mes se llevó a su hija Leonor a ver al Atlético de Madrid en un partido de Champions. Días después, ya en mayo, hizo lo mismo con su hija Sofía que fue a ver al Real Madrid, en esta ocasión, y a finales de mes el Rey presidió la final de la Champions en Milán que se disputó entre el Real Madrid y Atlético de Madrid.
Don Juan Carlos siempre fue muy futbolero también y Felipe ha seguido sus pasos, sin embargo ha ocurrido lo contrario en lo que respecta a los toros, aún no ha presidido, ni siquiera, la popular corrida de la Beneficencia. Sólo en 2009, fueron Letizia y Felipe cuando eran Príncipes. Una estampa que no se repitió hasta mayo de 2015, donde Felipe acudió solo durante la feria de San Isidro. Desde entonces, nunca mais.
Poca presencia internacional por la situación política
En cuanto a los viajes oficiales en el extranjero es la primera vez que tienen una agenda de tan baja intensidad. A lo largo de 2016, el Rey viajó sólo a Puerto Rico, a Lisboa y al Vaticano y se tuvieron que cancelar los viajes a Japón, Corea y Gran Bretaña por la incertidumbre política de España y la ausencia de gobierno. El viaje a Reino Unido era uno de los más esperados porque era la primera visita de alto nivel que se iba a realizar desde hacía 30 años.
El primer viaje que tuvieron que cancelar fue a Arabia Saudí pero en este caso por resultar inoportuno después de producirse la ejecución de 47 reos a principio de año.
Los Reyes han aprovecha para viajar más por el territorio español y seguir estrechando vínculos con Cataluña y el País Vasco. También se han volcado mucho en el terreno de la ciencia y en la cultura, inaugurando exposiciones como la de Miguel de Cervantes, la de El Bosco, la 35º edición de la Feria ARCO o la 75º edición de la Feria del libro. Uno de los sitios en los que se sigue esperando su presencia es en los Premios Goya.
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