Debe ser que Letizia se ha levantado con ganas de verse guapa y ultrafemenina y por eso ha optado por un vestido gris con cuello redondo, manga corta y vuelo que estrenó hace unos meses y que fue muy comentado. Este tipo de cuellos a mí me parecen como de niña buena y quizá me hubiera gustado más el vestido sin esos picos redondeados. En su defensa tengo que decir que la forma de esta prenda, ajustada por arriba y con vuelo, le sientan bastante bien y son muy apropiados para los actos que tiene la Reina: ni muy arreglados, ni muy sport, ni muy serios, ni muy joviales. Además, que como ella tiene ese figurín, puede permitirse faldas con volumen.
Letizia llevó también sus nuevos zapatos en tono claro de Magrit, que estrenó la semana pasada en su visita por La Mancha en un acto de El Quijote (podéis verlos también aquí). Onduló su melena y llevó una cartera rosa palo que ni fú ni fá, pero que encajaba bastante bien con el gris del vestido y el color del cuello tipo bebé.
Otro detalle que me encantó han sido sus pendientes. Me parecen originales y que le aportan muchísima luz. No sé de qué marca son o si son de bisutería o de alta joyería así que si sabéis de dónde son, soy todo orejas.
PD: Al hilo del partido de fútbol. Me da que Letizia se aburrió como una ostra, solo la vi sonriente con los hijos de Shakira y Piqué. El rey debería haber ido con la princesa de Asturias y la infanta Sofía. Seguro que las pequeñas de la Zarzuela se lo hubieran pasado de cine. ¿No creéis?