El próximo 19 de junio se cumplen diez años de la proclamación de Felipe VI y Letizia como Reyes de España. Una década en la que han tenido que hacer frente a numerosos problemas, tanto institucionales como familiares. Y es que, mucho ha ocurrido en la vida de la familia real desde que en 2014, el hijo del rey Juan Carlos y la reina Sofía tomara el mando de la jefatura del Estado con el firme compromiso de restaurar la confianza en una monarquía que por entonces pasaba por su peor crisis de popularidad. Una labor que el rey Felipe VI ha sabido llevar a cabo con determinación y con algunas complicadas decisiones que han cambiado el rumbo de los Borbón.
“Una monarquía renovada para un tiempo nuevo”, prometió el rey Felipe VI durante el discurso de su proclamación, en el que también señaló que la Corona debe “velar por la dignidad de la institución, preservar su prestigio y observar una conducta íntegra, honesta y transparente”.
“Afronto mi tarea con energía, con ilusión y con el espíritu renovador que inspira a los hombres y mujeres de mi generación” aseguró el monarca. Y mucho han cambiado las cosas en estos diez años. Incluida la familia real. Y es que desde su nombramiento, el rey Felipe inició importantes cambios que han renovado por completo la Casa Real.
Los cambios que realizó el rey Felipe VI tras su proclamación
Una de las primeras medidas que tomó el rey Felipe VI fue la de reducir el número de miembros que formarían parte de la familia real. Desde el verano de 2014, las infantas Cristina y Elena pasaron a tener el mismo estatus que sus tías, las infantas doña Pilar y Doña Margarita. Ya no acudirían a actos oficiales, por lo tanto, dejaban de recibir una asignación por parte de la Casa Real.
Así, la familia real pasó a estar constituida por el rey Felipe, la reina Letizia, la princesa Leonor, la infanta Sofía, el rey Juan Carlos y la reina Sofía.
Consciente de los escándalos que estaban salpicando a su familia, entre ellos el caso Nóos, el rey Felipe también prohibió que ningún miembro de la familia real trabajara para terceros, limitando su actividad a tareas institucionales de forma exclusiva.
Dispuesto a cumplir con su compromiso de transparencia y cercanía con el pueblo, en los últimos años hemos sido testigos de esa “conducta íntegra” que prometió en su proclamación. Apenas un mes después, encargó una auditoría externa de las cuentas de la Casa del Rey. Pero además, el monarca ha hecho público su patrimonio personal, y desde Casa Real se publican cada año datos como las retribuciones de sus altos cargos o los regalos que la familia real recibe cada año.
Unas firmes decisiones por parte del rey Felipe VI que a lo largo de esta década han influido tanto en los miembros de su familia como en la relación que mantiene con ellos.
El rey Felipe VI y la reina Letizia
Durante sus diez años de reinado, el rey Felipe VI y la reina Letizia han vivido muchos momentos clave, y no pocos contratiempos que han puesto a prueba tanto su posición como su matrimonio. Y es que, además de los problemas institucionales y familiares, los Reyes han tenido que hacer frente a otros que han salpicado a su matrimonio.
A pesar de las especulaciones sobre supuestas crisis, el rey Felipe VI y la reina Letizia celebraron el pasado 22 de mayo el 20º aniversario de su boda, y lo hicieron más unidos que nunca.
Desde el mismo día de su proclamación, los Reyes se echaron encima el peso de la institución dispuestos a renovarla por completo. Así, además de la labor del monarca, la reina Letizia ha mantenido durante todos estos años una agenda propia, comprometida con las enfermedades raras, las actividades de fundaciones y ONG y viajes de cooperación. Una impecable labor que la ha convertido en una reina querida y respetada dentro y fuera de nuestras fronteras.
La princesa Leonor y la infanta Sofía
El día de la proclamación del rey Felipe VI, sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, tenían ocho y siete años respectivamente. Por entonces, sus apariciones eran escasas y los Reyes intentaban que disfrutaran de la infancia como el resto de niños. Una discreción que intentan seguir manteniendo, aunque poco a poco las apariciones públicas de las hijas del Rey han aumentado.
En los últimos años, la princesa Leonor ha ganado presencia institucional, sobre todo desde que el pasado 31 de octubre alcanzase la mayoría de edad y jurase la Constitución. Así, la heredera no solo acompaña a sus padres en diferentes actos, también los preside en solitario.
El rey Juan Carlos y la reina Sofía
Como es de imaginar, la vida del rey Juan Carlos es una de las que más ha cambiado desde la proclamación del rey Felipe VI. Señalado como responsable de la crisis de imagen que vivía la Casa Real, en 2019, cinco años después de su abdicación, el rey Juan Carlos anunció su retirada de la vida pública.
En marzo de 2020, y ante las informaciones que relacionaban a su padre con irregularidades financieras y la existencia de una fortuna en el exterior, el rey Felipe VI retiró la asignación que recibía el Emérito del presupuesto de la Casa Real e hizo pública su decisión de renunciar a la herencia que pudiera corresponderle.
Poco después, el rey Juan Carlos anunciaba su marcha a Abu Dabi, donde vive desde entonces. Durante estos diez años, el rey Felipe VI y Juan Carlos I han estado más distanciados que nunca, y no solo físicamente. Han sido muchas las fuentes que han asegurado que la relación entre ellos ha sido nula, aunque sí es cierto que en los últimos meses hemos asistido a un acercamiento entre ellos.
En esta década, la reina Sofía se ha mantenido en un discreto segundo plano, centrada en recuperar la buena relación dentro de su familia y manteniendo algunos actos oficiales.
Las infantas Cristina y Elena
Desde la proclamación del rey Felipe VI, las infantas Cristina y Elena dejaron de formar parte de la familia real para considerarse miembros de la familia del Rey. Pero además, por entonces comenzó a ser evidente la distancia entre ellos. Sobre todo tras la decisión del monarca de revocar el uso del título de duquesa de Palma a la infanta Cristina, salpicada por la imputación de su marido, Iñaki Urdangarin, en el caso Nóos, por el que cumplió una condena de cinco años y diez meses.
En los últimos diez años, las infantas se han mantenido alejadas de los reyes Felipe y Letizia, con quien, según aseguran, la relación ha sido muy complicada. Aunque en los últimos tiempos se habla de un posible acercamiento, sobre todo tras el divorcio de la infanta Cristina, lo cierto es que el rey Felipe VI ha evitado dar muestras públicas de esta relación.
La infanta Elena, principal apoyo de su hermana, ha permanecido los últimos años apartada de la agenda pública, aunque recientemente parece haber retomado algunos actos. Así ocurrió hace unos días cuando sustituyó al rey Felipe VI en la popular corrida de la Beneficencia de la feria de San Isidro en la plaza de toros de Las Ventas.
Un acercamiento del Rey a sus hermanas y a su padre que demostrarían que, tras diez años como jefe de Estado, Felipe VI ha conseguido su propósito de renovar la imagen de la Casa Real, y ahora podría buscar la reunificación familiar.