Desde que el Rey Juan Carlos abdicó su vida ha dado un giro de 180 grados, comenzó a dedicarse a la vida contemplativa: a viajar, disfrutar de los toros, la vela y de la gastronomía, -salvo cuando la agenda oficial le requiere-, y ya no guarda las apariencias como antaño con la Reina Sofía. El hecho de estar a la sombra también le ha permitido retomar viejas y especiales amistades como la de Marta Gayá.
Un vídeo de una de las invitadas a la inauguración de la reformada iglesia de San Juan Bautista, convertida hoy en un espacio de arte y jardines, destapó que el monarca había vuelto a verse con la mallorquina, para sorpresa de muchos. El acto fue a cargo del íntimo amigo de Juan Carlos, el banquero Allen de Jesús Sanginés-Krause, y su esposa Lorena, de origen mexicano, afincados en Londres, que les invitaron al evento y a conocer el rehabilitado castillo de Killua que el matrimonio ha convertido en una lujosa mansión.
Lejos de ser un viaje puntual, parece que la historia es más intensa y seria de lo que parece. No sólo hicieron esta escapada juntos sino que también han disfrutado de otro viaje por las Islas Griegas, según ha podido saber GRITOS en EXCLUSIVA. En esta ocasión, la pareja volvió a estar acompañada del matrimonio mexicano. Este viaje tuvo lugar una de las últimas veces que se publicó que el Rey Juan Carlos se encontraba en Sanxenxo. Sin embargo, ahora hemos comprobado que no fue así.
Enfado monumental de la Reina Sofía
Según ha podido saber esta publicación, esta ha sido la gota que ha colmado el vaso para la Reina Sofía que tiene un enfado monumental, ya no sólo por el hecho de que Juan Carlos se deje ver en público con su amiga entrañable, sino porque el monarca haya pisado su tierra natal sin ella. Desde hace años Sofía le había mostrado su deseo de hacer juntos un viaje oficial a Grecia o dejarse caer por allí pero no sólo sus ruegos nunca fueron escuchados sino que encima lo ha hecho acompañado de Gayá, lo que ha sido una ofensa en toda regla.
Las Islas Griegas es uno de los destinos preferidos por la mallorquina, que visita cada verano. Cuando quiere alejarse de Mallorca, suele viajar unos días a Miami con su amigo el galerista mallorquín Joan Guaita, y otros, los pasa con el matrimonio formado por Santiago Bergareche y su mujer Rosario surcando los mares de la costa griega. Sin embargo este año lo ha cambiado por una compañía mucho más entrañable y ‘real’ para ella.
La amistad entre el monarca y Gayá se remonta a años atrás, sin embargo tras la abdicación del monarca y sus problemas de salud la relación volvió a hacerse más estrecha e intensa. A su vez, Gayá, de 68 años, también mantiene una estupenda relación con Lorena, la mujer de Sanginés-Krause, ya que a ambas se las ha visto juntas en Mallorca en alguna ocasión.
La mallorquina es hija del acaudalado empresario Fernando Gayá, dueño entre otros negocios del Hotel Villamil. Marta disfruta de una vida acomodada, posee un piso en Palma de 192 metros cuadrados, -con otros cien de terraza y dos plazas de garaje-, también tiene otra vivienda en barrio madrileño de Chamberí y otra en la estación suiza de Gstaad, donde pasa los inviernos. También posee un barco, que se encuentra amarrado en el Club de Mar, en el que navega cuando está en Mallorca.
