La noticia de su muerte abrió los telediarios de todas las televisiones españolas. Ahora comprobamos que la voluntad de Rocío Jurado no se ha cumplido. Ni mucho menos. Todo lo contrario, más bien. Durante estos diez años de ausencia de la Jurado hemos asistido a un espectáculo familiar dantesco. Su familia está rota. Y a sus familiares les hemos visto en situaciones terribles.
Su viudo, José Ortega Cano, ha estado en la cárcel por homicidio imprudente. Su hija mayor, Rocío Carrasco, su heredera universal, se ha aislado. No frecuenta a su propia hija, no se habla con sus hermanos y no se habla con sus tíos. Los hijos que Rocío Jurado adoptó con Ortega Cano, Gloria Camila Y José Fernando, tampoco han dado noticias felices.
Gloria Camila, ha hecho muy duras declaraciones contra Rociíto. La relación entre las hermanas es nula. José Fernando, fue procesado por agresión y robo. Además, tuvo que ingresar en una clínica para desintoxicarse de las drogas. Aún se está recuperando. La separación del matrimonio de su hermano Amador Mohedano y Rosa Benito, ha sido un circo para las televisiones.
Por encima de todo, Rocío Jurado quería que su familia se mantuviera unida cuando ella faltase. Por encima de todo, esa era su última voluntad. No se ha cumplido. La familia de la Jurado no sólo no está unida, sino que está enfrentada. Han pasado diez años de su muerte, si Rocío Jurado levantara la cabeza.
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— Carmen Ro (@carmenro_tv) May 31, 2016