Salvador Sobral, de 27 años, ha empeorado de salud y ha tenido que ser ingresado de urgencia en el Hospital de Santa Cruz, ubicado en Carnaxide, a unos 10 kilómetros de Lisboa. La situación es tan delicada que los médicos han decidido enchufarle a una máquina ya que su corazón tiene muchas dificultades para realizar sus funciones. Sigue siendo urgente un trasplante de órgano ya que por el momento no se ha encontrado aún ninguno compatible con el suyo.
Hace nueve meses su médico le dijo que podría morir si no conseguía un corazón nuevo en el plazo de un año, ahora los médicos han señalado que le queda tan sólo tres meses de vida. El portugués tiene problemas de insuficiencia cardíaca que sufre de nacimiento.
Hace unos días, el artista, que se encontraba de gira de promoción, empeoró y se vio obligado a anunciar su retirada de los escenarios. Su último concierto fue el pasado 8 de septiembre en el Festival Internacional de Cascaes, en su país natal, que fue gratuito. En él, se despidió de sus fans y canceló los otros tres conciertos que tenía previstos.
En un vídeo que él publicó en su perfil de Facebook, en el que se le veía bastante desmejorado, Salvador explicaba la delicada situación por la que atraviesa: “No es un secreto para nadie que mi salud es frágil. Tengo un problema y debo entregar mi cuerpo a la ciencia y retirarme de los escenarios y de la música en general. Ir a un mundo en el que se resuelvan mis problemas. Seguramente, ese problema quedará resuelto, pero no sé cuándo”.