Cuando la presentadora tenía apenas veintipocos años tenía un piercings en la boca: "Yo me había hecho un piercing y en esa época eran de hierro. Me daba golpes en los dientes y cuando sonreía me raspaba en la encía". Fue con el paso del tiempo cuando la encía fue perdiendo presencia en la parte inferior de su boca provocando que la dentadura inferior se moviera. Tania Llasera se puso en manos de un especialista y le recomendaron hacerse un injerto.
Pudo elegir entre dos opciones: coger de su encía superior o coger la de otra persona. Tania Llasera se decantó por la segunda opción: "Son trocitos de piel de la espalda de muertos que, una vez te cortan tu propia encía, te lo juntan". La presentadora ha explicado esta pequeña intervención con todo tipo de detalles, además la recuperación fue bastante dura ya que a pesar de que le dijeron que sería una semana, duró más de un mes.
La presentadora que ya sabemos que no tiene vergüenza a la hora de contar sus cosas y que comparte con sus seguidores su día a día, ha contado esto como una anécdota más de su vida. Y es que lo cierto es que todo se ha quedado en eso, una intervención que le hicieron hace ya muchos años pero con la que bromea en la actualidad asegurando que tiene la encía de un muerto.