El diseñador ha hablado por primera vez para para la revista ‘Vogue’ en la que ha relatado en primera persona cómo está siendo esta dura etapa después de que le detectaran tres tumores cerebrales el pasado mes de enero.
David Delfín muestra orgulloso las cicatrices tras su intervención y habla sin tapujos de su enfermedad: “Tres tumores. Era raro, porque normalmente no se presentan así pero el día 5 de abril decidieron que había que operar. Uno no se podía tocar por la zona en la que está, los médicos ahí no entran; otro estaba bien, se podía quitar sin riesgo de lesiones; y el tercero era complicado, pero operable. Era importante que yo estuviera despierto durante la intervención para ayudarles y decirles si todo iba bien”.
Después de ser intervenido, el diseñador se está sometiendo a duras sesiones de radioterapia y quimioterapia, pero está dispuesto a luchar hasta el final: “¿Miedo? De momento, no. Tengo una especie de espíritu de superviviencia. No paro de pensar en todo lo que quiero hacer. Es grave, soy consciente. Y sé que es una lucha real, son tumores de grado 3 que lo que quieren es seguir adelante pero tenemos que pararlos”.
El hecho de estar ya en un grado avanzado le ha acarreado problemas con el habla, la memoria, la pérdida de fuerza en un brazo y una pierna, sin embargo se muestra muy positivo: “Me siento con ganas de luchar, me pone. Ellos quieren seguir adelante... pero tenemos que pararlos”.
David está muy ilusionado con sus planes futuros entre los que se encuentran “poner en marcha una colección de ropa de niño, hacer estilismo y dirección de arte o plantear una exposición con mis bocetos”.
Las fotografías que acompañan al reportaje fueron captadas por su pareja, Pablo Sáez: “En realidad fue una cosa íntima, sin pensar que se iban a publicar. Era algo nuestro, de los dos, para recordar momentos. Nos pareció que dentro de la dureza tenían, no sé si decirte, belleza, pero sí mucha verdad”.
