Hospitales y centros de investigación vinculados a la Generalitat de Cataluña estudian la genética de pacientes para mejorar la asistencia sanitaria y saber cómo abordar cada enfermedad. Es el caso de centros como el Hospital Clinic, el Institut D'Investigacions Biomèdiques August Pi i Sunyer o el Centro de Regulación Genómica de Barcelona (CRG).
No obstante, otras empresas dedicadas a la trazabilidad del genoma humano reconocen también que en algunos proyectos se solicita específicamente información para configurar el puzzle del genoma catalán.
"Lo que se pretende es saber qué diferencia la genética catalana de otras. Siempre se tiene que hacer comparando un genoma con otro para establecer particularidades. Se trata de ver dónde están las diferencias de la genética de un catalán", explican fuentes de una empresa concesionaria de servicios genéticos que trabaja para distintos hospitales y centros de investigación gestionados por la Generalitat, y que prefiere mantener el anonimato.
El precio de un análisis de secuenciación genética ronda los 2.100 euros
"Son proyectos dentro de otros proyectos más grandes, en los que participan muchas empresas españolas, extranjeras, y también universidades. En los pliegos no se estipula que haya que trazar la genética de los catalanes pero luego, cuando se comienza trabajar, eso se convierte en una parte más del proyecto. Es algo complejo. Al final es un Terabyte de información de cada persona trazada, lo que da una idea de la complejidad. Descubrir el genoma puede llegar a durar años", explica otra fuente del sector genético que también trabaja con los hospitales y centros de investigación de la Generalitat.
"A nosotros nos llegan los análisis recogidos por los hospitales. Con la ayuda de máquinas específicas elaboramos Big Data, convertimos en información ordenada la secuencia genética. Luego esa información se envía a otros profesionales que son quienes la interpretan. En la selección de perfiles para el análisis del genoma catalán intuyo que se han recogido muestras de personas con ancestros catalanes, pero es algo que no podemos saber con precisión porque nosotros nos encargamos de una parte muy concreta del proyecto", concluye nuestra fuente.
Una de las empresas más importantes en el ámbito de la secuenciación genética es Illumina. Su labor es proveer de las máquinas necesarias para desentrañar las cadenas genéticas. Preguntados acerca de si en alguna ocasión se ha solicitado la trazabilidad del genoma de los catalanes, manifiestan que es algo que "ni confirman ni desmienten". Todos los contratos firmados están sujetos a cláusulas de confidencialidad, de ahí el secretismo.
En 2015 el Centro de Regulación Genómica de Barcelona lanzó un proyecto por el cual querían ligar el genoma de 20.000 catalanes a su historial sanitario"
No parece ser algo nuevo. En 2015 el Centro de Regulación Genómica de Barcelona lanzó un proyecto por el cual querían ligar el genoma de 20.000 catalanes a su propio historial sanitario, tal y como publicó en su día la Cadena Ser.
Así las cosas, varios hospitales contactados por este medio, como el propio CRG o el Institut D'Investigacions Biomèdiques August Pi i Sunyer, aseguran desconocer este tipo de prácticas. "El objetivo de los análisis genéticos está siempre centrado en saber cómo tratar determinadas enfermedades y descubrir su origen genético, en ningún caso se traza la genética de poblaciones concretas", puntualizan desde el Institut D'Investigacions Biomèdiques August Pi i Sunye.
"Secuenciar el genoma es muy interesante para saber en qué personas o poblaciones concretas se producen determinadas enfermedades. Se trata de acumular información para predecir mejor lo que puede suceder desde el punto de vista médico. Ayuda a ser más rápidos, a estudiar mejor las enfermedades conociendo a la gente que vive en determinadas zonas. Es algo que ya se ha hecho Estados Unidos, Inglaterra o Escocia", explica Juan Cruz Cigudosa, Chief Scientific Officer de la empresa Nimgenetics.
Equipos de un millón de euros
El precio de un análisis genético ronda los 2.100 euros. Al menos este es el precio máximo fijado por el el Institut D'Investigacions Biomèdiques August Pi i Sunye en un concurso público para la realización de análisis de secuenciación genética de nueva generación, conocidos como Next Generation Sequencing (NGS).
Por su parte el Centro de Regulación Genómica de Barcelona ha adquirido hace un par de meses un sistema masivo de secuenciación genética y ha actualizado otros dos ya instalados en el en el centro.
El concurso público para la compra y actualización de estos equipos lo ganó Illumina. La factura que abonará el CRG será de 1,36 millones de euros por todo el paquete -equipo y actualizaciones-. Y es que los secuenciadores más económicos tienen un coste aproximado de 200.000 euros, mientras que los más sofisticados rondan el millón de euros, aseguran fuentes del sector.