La subida de los precios de la vivienda ha llegado a las conocidas como ‘ciudades dormitorio’ y parece que para quedarse. El precio medio de la vivienda, tanto nueva como usada, ha subido en nuestro país más de un 4% durante los tres primeros meses de 2019 en comparación con el mismo periodo del año pasado, según dos informes elaborados por las tasadoras Gesvalt y Tinsa. Es el décimo trimestre consecutivo que los precios de la vivienda se encarecen a nivel nacional.
Gesvalt sitúa la subida en un 4,3% general, mientras que Tinsa la sube hasta cinco décimas más y la coloca casi en un 5%. Por lo general, los precios de alquiler y venta en la mayor parte de las zonas céntricas de las grandes ciudades -como es el caso de Madrid y Barcelona- se han estabilizado. Por lo tanto el precio medio del metro cuadrado a nivel nacional se sitúa en unos 1.360 euros.
"Durante los últimos periodos, los municipios limítrofes a las grandes capitales son los que más se están beneficiando de la escasez de oferta”
No obstante, ambos informes señalan una tendencia común: mientras que los precios de la vivienda en el centro de las grandes ciudades -que siguen altos- han crecido de manera moderada, los precios en las ciudades limítrofes con Madrid o Barcelona cada vez aumentan más, debido a la creciente escasez de oferta. Los domicilios disponibles en estos municipios son cada vez menos.
Así lo afirma Sandra Daza, directora general de Gesvalt: “Durante los últimos periodos, los municipios limítrofes a las grandes capitales son los que más se están beneficiando de la escasez de oferta”.
La lista de ciudades dormitorio con mayor precio medio de vivienda está encabezada por Sant Cugat del Vallès con 3.197 euros por metro cuadrado, seguida por Pozuelo de Alarcón (3.001 euros por metro cuadrado), Castelldefels (2.882 euros por metro cuadrado) y Majadahonda (2.866 euros por metro cuadrado).
Falta de oferta
Desde las dos tasadoras señalan como causa del aumento de los precios de la vivienda que este tipo de localidades “no tienen oferta suficiente o adecuada” que buscan aquellas personas en busca de un nuevo domicilio, tanto en compra como en alquiler.
No obstante, la tendencia no es nueva, ya que esta migración de población a las grandes urbes a las ‘ciudades dormitorio’ lleva años activa, hasta tal punto que ya se han trasladado sus efectos a la burbuja inmobiliaria.
El director del Servicio de Estudios Tinsa también ha destacado que en las ciudades de Madrid, Barcelona y Valencia "los crecimientos de precios más intensos se sitúan en la periferia". A pesar de la estabilización de los precios, Barcelona y Madrid, junto a San Sebastián, se mantienen como las ciudades más caras del país.
Según datos del Ministerio de Fomento de finales de 2018, tres de estos municipios -Sant Cugat del Vallés, Pozuelo de Alarcón y Majadahonda- formaron parte de la lista de localidades de más de 25.0000 habitantes más caras a nivel nacional. En el caso de Sant Cugat del Vallés, llegó a superar en precio medio a Madrid y Barcelona. A día de hoy las dos metrópolis han vuelto a colocarse por encima, pero por muy poco margen.
Un 17% de los ingresos, a la hipoteca
En términos medios, la vivienda se ha encarecido en España un 12,4% desde la crisis y se mantiene un 34,1% por debajo de los precios precrisis. Cada vez resulta más complicado adquirir una vivienda en propiedad en España, ya que el continuo crecimiento de los precios no ha venido acompañado de un aumento de los salarios.
Según datos del Instituto de Estadística Nacional (INE) los españoles destinan de media el 17,1% de sus ingresos familiares brutos a afrontar el primer año de hipoteca.
La hipoteca media en España es de 123.197 euros, lo que supone un desembolso mensual de 563 euros. Por el contrario, el salario medio se sitúa -según datos del Gobierno- en 26.535 euros al año, es decir 2.211 euros al mes, haciendo el cálculo suponiendo 12 pagas anuales. La región donde más esfuerzo ecónomico tienen que hacer las familias es Baleares, donde se destina un 22,5% de los ingresos. Le siguen Málaga y Barcelona.