12.000 madrileños están en el foco de Hacienda y serán objeto de inspección por no haber declarado el impuesto a grandes fortunas. Así se desprende de los resultados de la declaración que ha hecho públicos el Fisco este miércoles y lo refrendan fuentes conocedoras. También este miércoles la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, se ha mostrado por primera vez partidaria de que el impuesto, previsto para 2022 y 2023, se haga permanente.
Eran 23.000 los contribuyentes potenciales del impuesto, que Hacienda delimitó de la información de que dispone, y han presentado declaración 12.010. Los 12.000 que faltan son madrileños. Dos son los motivos por los que estos ciudadanos que deberían haber pagado el impuesto no lo han hecho: el desconocimiento y la rebeldía.
Respecto al desconocimiento, cabe recordar que la Comunidad de Madrid bonifica el Impuesto de Patrimonio al 100% y en Madrid había que presentar declaración meramente informativa de Patrimonio si el valor de bienes y derechos superaba los 2 millones de euros, pero muchos no lo hacían. Esperanza Aguirre bonificó el impuesto al 100% en 2008, con lo que hace casi 15 años que los residentes en Madrid no pagan este impuesto.
Esta situación no opera en Andalucía, ya que el Impuesto de Patrimonio se ha pagado allí hasta 2022 respecto al ejercicio de 2021. En septiembre de 2022, el presidente de la Junta, Juanma Moreno Bonilla, avanzó que suprimía Patrimonio con efectos desde 2022, ejercicio que se habría pagado ahora. Los contribuyentes andaluces de Patrimonio, menos numerosos que los madrileños, están por lo tanto más habituados a declararlo.
También los gallegos, dado que la Xunta bonificó un 25% Patrimonio para 2022 y un 50% para 2023, con lo que se mantiene la obligación de declararlo.
Algunos de estos contribuyentes madrileños se dieron cuenta a principios de julio de que debían pagar el impuesto a grandes fortunas y se produjo una avalancha de consultas para declarar Patrimonio fuera de plazo, como desveló Vozpópuli. Haber presentado declaración de este último impuesto bonificado al 100% en la Comunidad de Madrid es condición ineludible para rellenar el Modelo 718 del llamado impuesto a los ricos, como se pudo constatar cuando empezó la Campaña de grandes fortunas el 1 de julio.
La campaña de Patrimonio finalizó el 30 de junio, por lo que algunos de estos contribuyentes que se dieron cuenta de la obligación se disponían a declarar el Impuesto sobre el Patrimonio fuera de plazo.
Pero muchos no lo hicieron. Algunos de estos, por rebeldía frente a un impuesto sobre el que pesan cinco recursos al Tribunal Constitucional. Además, muchos decidieron esperar a ver el resultado de las elecciones generales del 23-J para decidir si lo pagaban. Se trataba de una opción arriesgada con un impuesto en vigor, que cobró entonces fuerza una vez que Alberto Núñez Feijóo anunció que lo derogaría, y cuya campaña se declaración se celebraba además en paralelo a la campaña electoral en ese mismo momento.
De hecho, el 23-J, a una semana de que acabara el plazo, el impuesto sólo había recaudado 20 millones, según se desprende del Informe de recaudación de julio de la Agencia Tributaria.
Este miércoles Hacienda ha informado de que el impuesto a los ricos ha recaudado 623,6 millones de los 1.500 previstos. Este roto se debe al error del Fisco con las prisas para que entrara en vigor de forma exprés y retroactiva en 2022.
Fuentes conocedoras no creen que lo que se pueda ingresar de los 12.000 contribuyentes que no han presentado declaración eleve la recaudación de forma relevante. Y apuntan que el plan de inspección no será inmediato, a la espera de contrastar la información con los últimos datos disponibles sobre inmuebles y participaciones empresariales. Así lo ratifican desde la Agencia Tributaria.
Radiografía del impuesto
A lo que se añade que en su segundo ejercicio, se espera ya que el desempeño del impuesto sea pobre. Tenía su mayor potencial recaudatorio en 2022 porque se lanzó con efecto retroactivo y sin avisar y no daba tiempo a prepararse. En 2023, en cambio, los asesores consultados dan cuenta de que se ha planificado con cuidado.
De los 623,6 millones ingresados, Hacienda ha detallado que el 95% procede de Madrid (555 millones), Andalucía (29,7 millones) y Galicia (9,8 millones). También ha habido ingresos en Cataluña (2 millones); Valencia (0,2 millones) y Asturias (0,1 millones). Al final 12.010 ciudadanos de los 23.000 que calculaba Hacienda han tenido que pagar el impuesto sobre la riqueza declarada en 2022. La cuota media a pagar por cada uno de ellos asciende a 52.000 euros.
Permanencia
El impuesto a grandes fortunas está previsto para 2022 y 2023 y a finales de este año está estipulado que debe analizarse si hacerlo permanente. En declaraciones a los medios en Bruselas este miércoles antes de presentar las prioridades de su cartera para la Presidencia española de la UE, Montero se ha manifestado por primera vez partidaria de que el impuesto siga.
Preguntada por si el impuesto temporal tiene vocación de permanente, la ministra ha dicho que se discutirá con las Comunidades Autónomas el modo de gravar la riqueza y el patrimonio, pero que mientras se buscan las posibles figuras en el marco del debate sobre la financiación autonómica se mantendrá este impuesto.
"Tenemos que tener la capacidad entre todos de dialogar, (ver) cuál es la manera más eficaz de poder hacer que esas fortunas paguen", ha argumentado, para después precisar que "hasta que se produzca este debate, se mantendrá este impuesto".
Tras el diálogo con las comunidades autónomas, ha continuado, el resultado "tendrá que arrojar que las grandes fortunas tienen que aportar en la medida proporcional que están haciendo el resto de la renta", por lo que "con una u otra fórmula" deberá haber recaudación.
