Las harinas y otros cereales, junto con otros aceites comestibles distintos al de oliva, fueron las únicas dos categorías de alimentos con una rebaja o supresión del impuesto sobre el valor añadido (IVA) que se abarataron en febrero respecto al mes anterior. Así se desprende de los datos difundidos este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que muestran que seis de los catorce grupos de alimentos con el IVA reducido o eliminado disminuyeron de precio desde enero, cuando entró en vigor la medida fiscal del Gobierno.
Una radiografía diferente a la de enero, el primer mes de aplicación de la rebaja de ese impuesto, cuando casi todos los alimentos a los que se les aplicó bajaron de precio respecto a diciembre, excepto el arroz y las legumbres y hortalizas frescas. En este segundo mes de aplicación, en febrero, los precios de los alimentos y las bebidas no alcohólicas subieron el 16,6 % en comparación con el mismo mes de 2022, más de un punto por encima de la tasa interanual del pasado enero.
Para contener la inflación alimentaria, el Gobierno decidió, en su último paquete de medidas contra los efectos de la guerra en Ucrania, suprimir el IVA durante seis meses al pan común y a las harinas panificables; la leche, los quesos y los huevos, así como las frutas, las verduras, las hortalizas, las legumbres, los tubérculos y los cereales que fueran productos naturales o frescos. Además, el Ejecutivo redujo el IVA del 10 al 5% a los aceites de oliva y de semillas, y a las pastas alimenticias.
De todos esos alimentos, otros aceites comestibles se abarataron el 2,5% en febrero respecto a enero, mientras que la bajada fue del 0,4% para las harinas y otros cereales. El resto se encareció. Entre las mayores subidas mensuales de precio estuvieron las de legumbres y hortalizas frescas o refrigeradas (+11,2%) y las frutas frescas o refrigeradas (+5,4%). En los dos primeros meses del año, las legumbres y hortalizas frescas acumularon un aumento de precio del 11,3%, seguidas del arroz (+5,9%), el aceite de oliva (+1,5%) y las patatas (+1,3%).
Entre los productos que se abarataron desde enero, destacaron otros aceites comestibles (-8,5%), las pastas alimenticias y el cuscús (-3%), las harinas y otros cereales (-2,7%) y las legumbres y hortalizas congeladas (-2,2%). En cuanto a la variación anual, todos los productos con reducción y supresión del IVA mantuvieron incrementos de dos dígitos respecto a febrero de 2022, salvo las frutas frescas o refrigeradas, con una subida del 5,6%. El aceite de oliva continuó siendo el alimento básico que más se ha encarecido en un año (+33,5%) y por detrás le siguieron la leche entera (+33,2%), la leche desnatada (+33,1%) y los huevos (+28%).
El salario medio aumenta pero la capacidad de compra se limita
El salario medio de España aumentó un 4,1 % en el cuarto trimestre de 2022 en tasa interanual y alcanzó un "nuevo máximo histórico", hasta los 1.823 euros mensuales, aunque la capacidad real de compra fue similar a la de 1996 debido a la alta inflación de los últimos meses. Según el "Monitor Adecco de oportunidades y satisfacción en el empleo", Madrid se mantiene como la comunidad autónoma con el salario medio más alto, 2.135 euros mensuales, seguida de País Vasco (2.103 euros), Navarra (1.969 euros) y Cataluña (1.958 euros).
Estas son las cuatro únicas regiones con un salario promedio que supera la media nacional, mientras que en el otro extremo se encuentran Extremadura, con un salario medio de 1.486 euros mensuales, Canarias (1.573 euros) y Murcia (1.585 euros).
El poder de compra baja y está por debajo de 2020
Respecto al poder real de compra, el salario medio pierde un 0,7% respecto a un año antes y enlaza cinco trimestres consecutivos a la baja, por lo que ya se encuentra por debajo del nivel de 2020. En este sentido, el informe detalla que "la inflación tiene un mayor impacto negativo sobre el poder de compra que el que tuvo el hecho de que más de 3 millones de asalariados cobraran un 30% menos de su salario por estar en ERTE".
Así, la capacidad de compra del salario medio es ahora ligeramente inferior a la de 1996 y es un 10,1% menor al poder adquisitivo más alto de la serie histórica, que continúa siendo el de 2009. Por comunidades, nueve de ellas mostraban hace un año una ganancia en el poder de compra, pero ahora presentan un recorte, especialmente Castilla-La Mancha, donde baja un 4,3%; Asturias, un 4%, y Castilla y León, con una reducción de un 3,6%.
Solo cuatro comunidades ven incrementar su capacidad de compra: Cataluña (2,2%) y Comunidad Valenciana (0,2%), así como Baleares (8,3%) y Canarias (11,3%), aunque en estos dos últimos casos se debe al "efecto ERTE", es decir, que "fueron las regiones donde más demoró la normalización del empleo y más tiempo duraron los ERTE, lo que mantuvo sus salarios deprimidos por más tiempo". Si la variación del poder de compra se expresa en euros, en lugar de porcentaje, se aprecia que durante los últimos ocho trimestres un asalariado medio tiene 157 euros menos en su bolsillo de los que tenía hace dos años, agrega el documento.
Por comunidades, cabe destacar que hay siete donde el recorte de poder de compra del salario medio es de más de 600 euros anuales: Navarra (1.132 euros menos), Asturias (902 euros menos), Castilla-La Mancha (871 euros de pérdida), País Vasco (853), Castilla y León (725 euros) y Galicia (637 euros menos).
Mientras tanto, el poder de compra del salario medio aumenta en Canarias (1.919 euros anuales) y Baleares (1.594 euros), en ambos casos por las fuertes pérdidas que sufrieron durante los ERTE, seguidas por Cataluña (497 euros más) y Comunidad Valenciana (34 euros anuales). Respecto a la puntuación global del Monitor Adecco, acumula siete trimestres consecutivos con caídas interanuales, algo que no ocurría desde 2010, y en el cuarto trimestre de 2022 alcanzó los 5,8 puntos, que suponen un retroceso interanual de un 2,2%.