Cimic, la filial australiana de ACS, ha vuelto a darle un serio disgusto a su matriz. El grupo español de construcción y servicios pierde algo más de un 4% en Bolsa una vez transcurrida la media sesión al acusar el desplome protagonizado por Cimic en Sydney, donde sus acciones perdieron un 19%. El detonante ha sido la presentación de resultados de la filial pero, sobre todo, la desconfianza que la compañía siembra en el mercado desde que hace algo más de tres meses una firma de análisis asegurara en un informe que las cuentas de Cimic están infladas.
La caída protagonizada por la compañía que preside Florentino Pérez ha llegado a superar el 6% en las primeras horas de cotización, aunque posteriormente se han moderado. En términos de capitalización bursátil, los descensos protagonizados por ACS se traducen en unos 550 millones de euros. Las pérdidas también se trasladaron a Hochtief, filial alemana de ACS que es la detenta los títulos de Cimic, que pierde algo más de un 10% en la Bolsa de Francfort.
Los resultados semestrales de Cimic reflejan un leve incremento de los beneficios (apenas el 1%), cuando los analistas estimaban unas cifras algo más elevadas. La constructora oceánica ganó 367 millones de dólares australianos, frente a algunas previsiones que apuntaban al entorno de los 385 millones. La facturación se mantuvo estable, en torno a los 7.000 millones y, además, la compañía confirmó tanto las previsiones para el conjunto del año como el dividendo.
No obstante, por segundo trimestre consecutivo los resultados de Cimic han provocado una sobrereacción negativa por parte del mercado. En la ocasión anterior, el bombazo estalló unos quince días después de la publicación de las cuentas, cuando la firma de análisis GMT Research emitió un explosivo informe en el que ponía en cuestión los datos ofrecidos por la empresa.
Recompra de acciones
El documento de la firma, ligada a entidades especialistas en tomar posiciones cortas en el mercado (trading especulativo) provocó a finales de abril fuertes caídas en Cimic, trasladas también a ACS y Hochtief. Por entonces, la empresa australiana, presidida por el también consejero delegado de ACS y presidente de Abertis, Marcelino Fernández Verdes, certificó la veracidad de sus cuentas en un comunicado dirigido a la Bolsa de Sydney.
Sin embargo, Cimic fue incapaz de recuperarse de aquel golpe. De cotizar en el entorno de los 50 dólares australianos por acción pasó a fluctuar entre las cotas de 45 y 46 dólares en las que encontró del suelo tras varios días en rojo como consecuencia del impacto del informe de GMT. Ahora, de nuevo sus resultados han vuelto a condenar a la compañía, pese a que no se pueda decir que son especialmente negativos.
Por el momento, Cimic ha comunicado a la Bolsa de Sydney que reanudará desde el inicio el programa de recompra de acciones que puso en marcha en diciembre del año pasado, con un límite temporal de 12 meses y de volumen equivalente al 10% del capital. Con esta maniobra, la empresa australiana pretende paliar de alguna forma la caída experimentada este jueves, que ha llevado al valor a sus mínimos de los últimos dos años.