La crisis del coronavirus va a cambiar muchas cosas cuando recuperemos la normalidad, aunque para que esta sea total van a pasar muchos meses, sino años. Una vuelta a la actividad necesaria para que la economía española no termine por apagarse del todo, y que tiene en la industria del automóvil un sector con mucho peso en nuestro país, no en vano además de representar un 10% del PIB nacional genera empleo de forma directa o indirecta a más de 800.000 personas entre fábricas de vehículos, de componentes y concesionarios y talleres.
Así, un mes después del parón forzoso sufrido por la industria del automóvil, esta empieza ahora a prepararse para volver a la producción gradualmente en España, donde las diecisiete plantas que suman los fabricantes empiezan a ver la luz al final del túnel. De momento, sólo las plantas de motores de Renault en Valladolid y el Sevilla han vuelto a ponerse en marcha, aunque a bajo ritmo de producción a la espera de ir aumentándolo cuando las circunstancias lo permitan. A partir de la semana que viene, en principio el lunes 20, la fábrica de montaje del Captur en Valladolid podría volver a ponerse en marcha.
El resto de fabricantes –Volkswagen, Seat, PSA, Nissan, Ford y Mercedes-Benz– se preparan ante la posibilidad de volver a poner en marcha sus líneas de producción a partir del 27 de abril, cuando podría finalizar el actual estado de alarma.
La vuelta a la actividad supondrá también que los trabajadores vayan saliendo paulatinamente de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) en las plantas, que emplean a unas 66.000 personas en producción y a más de 27.000 en departamentos como los de administración.
Iveco ha retrasado sus fechas previstas y retomará la actividad de sus dos plantas en España, ubicadas en Madrid y Valladolid, el 4 de mayo en lugar del próximo lunes 20, con todas las medidas de seguridad que van desde cambio de métodos de trabajo para respetar la distancia, a cámaras térmicas de lectura de temperatura o desinfección de herramientas y vestuarios. Un aplazamiento que se produce no solo por motivos de la propia Covid-19, sino también porque el 80% de los proveedores están en Italia y estos no retomarán la actividad hasta la última semana de abril.
Por su parte, Volkswagen ha anunciado la previsible recuperación de la actividad en su planta en Navarra a partir del próximo 27 de abril, aunque, según señala la compañía, la fecha definitiva se cerrará en función de la reactivación del mercado. También Seat comenzará en esa fecha en Martorell a recuperar el pulso productivo, aunque dada la imposibilidad de hacerlo al 100%, lo hará con un Expediente de Regulación Temporal de Empleo que afectará a unos 11.000 trabajadores. Un ERTE que en este caso no será por causas de fuerza mayor, sino por causas organizativas.
Seat Martorell, en tres fases
En principio, la idea de Seat era retomar la actividad en tres fases, que arrancarán con una producción del 33% y sólo una parte de la plantilla en fábrica, así como con medidas de protección como mascarillas diarias para todo el personal y la obligación de pasar un autotest antes de entrar, según han informado los sindicatos UGT y CCOO. En la primera fase, sólo trabajará un turno por cada línea de las tres existentes, el de mañana, y alcanzará una producción del 33%, lo que supondrá 271 coches al día. En una segunda fase se llegará al 66% con dos turnos y 640 coches al día y en la tercera estarán en activo ya los tres turnos.
En la primera fase, el personal considerado especialmente sensible (trabajadores de más de 60 años, embarazadas, personas con patologías crónicas de corazón y pulmón, enfermos de cáncer activo, diabéticos o que estén tomando tratamiento inmunosupresor) no irán a trabajar. La compañía estudiará realizar tests diagnósticos a los trabajadores, pero esta medida dependerá de la autorización administrativa y del 'stock' de estas pruebas.
En cuanto a la planta de Ford en Almussafes (Valencia), estarán parados hasta, al menos, 27 de abril. “Dada la volatilidad de la situación de la Covid-19, estamos monitorizando el entorno diariamente y preparándonos para poder ser ágiles y volver cuando veamos que es un buen momento. Confirmaremos la fecha definitiva cuando se tome una decisión y las partes involucradas sean informadas", señalan fuentes de Ford, en cuya planta emplea a unas 7.000 personas.
Desde el grupo francés PSA (que reúne marcas como Citroën, Peugeot y Opel) han asegurado que aún no se ha decidido cuando reabrirán sus fábricas en España, ubicadas en Madrid, Zaragoza y Vigo, aunque en todas ellas se prevén nuevos ERTE prácticamente hasta finales de año.
Tampoco cuentan con calendarios cerrados para la vuelta a la actividad Nissan, que tiene centros de producción en Barcelona y Ávila, ni Mercedes-Benz, cuya fábrica de Vitoria, la más grande del País Vasco, con unos 5.000 trabajadores, podría reanudar el día 27 su producción.
Componentes, a la expectativa
En función de cómo vayan reabriendo sus puertas las fábricas de automóviles, también lo irán haciendo las de componentes, entre las que se encuentra empresas como Gestamp, Antolín o Cie Automotive. "Por los datos que manejamos, todos los productores empezarán con un turno, para pasar lo antes posible a dos. Recuperar el tercer turno llevará más tiempo. Todo dependerá de cuándo se levanten las restricciones y de cómo evolucione la demanda dentro y fuera de España", dijo a Efe el director general de Anfac, José López Tafall.
La industria de la automoción europea, que emplea de forma directa o indirecta a unos 13,8 millones de europeos, de los que más de 1,1 millones están en situación de regulación temporal de empleo por el coronavirus, ha adoptado esta semana pasada un "Código de conducta empresarial frente a la Covid-19" para promover que la actividad del sector se reanude "rápidamente y sin problemas" y minimizar los riesgos para sus empleados. Poco a poco se va a ir retomando la actividad productiva, pero todo será a partir de ahora muy distinto.