El proveedor tecnológico de servicios turísticos Amadeus se ha dejado este lunes un 3,71% de su valor en el Ibex 35 después de que Thomas Cook se haya declarado en quiebra, dejando a cientos de miles de turistas en todo el mundo sin sus reservas. La compañía española y el turoperador británico mantienen un acuerdo de distribución global desde hace años que renovaron en 2017 y hasta 2021.
Las acciones de Amadeus han registrado caídas a lo largo de toda la jornada y han marcado su último precio en 65,48 euros por título, perdiendo 2,52 euros en una sola sesión. La capitalización bursátil de la empresa ha descendido en torno a 1.000 millones de euros.
Por su parte, las acciones del gigante turístico, que fueron suspendidas de cotización en la Bolsa de Londres antes de la apertura del mercado, cerraron el pasado viernes con una caída cercana al 23% y marcaron su último precio en 3,45 libras. En lo que va de año, los títulos de Thomas Cook han perdido casi un 96% de su valor.
La quiebra de Thomas Cook
El turoperador británico Thomas Cook ha entrado en suspensión de pagos tras fracasar en las negociaciones de emergencia con su principal accionista y acreedores para recapitalizar su deuda de más de 1.000 millones de euros. Se trata de la compañía que más británicos traslada alrededor del mundo junto a la alemana TUI, con 22.000 empleados (9.000 en Reino Unido) y actualmente 600.000 turistas de vacaciones en el extranjero a falta de ser repatriados.
El gigante turístico ha cancelado inmediatamente todas las reservas del grupo, que incluyen vuelos y vacaciones. "Pese a un esfuerzo considerable, no queda otro remedio que ir a una liquidación voluntaria con efecto inmediato", ha informado la empresa este lunes a la Autoridad de Aviación Civil (CAA) tras sus 178 años de historia y liderazgo.
Después de varias jornadas de reuniones cruciales, la empresa no ha conseguido que los bancos o fondos de inversión aporten los 200 millones de libras (unos 227 millones de euros) que necesitaba para poder garantizar su futuro. Esta cifra se sumaba a los 900 millones de libras (1.023 millones de euros) que ya había aceptado aportar el conglomerado chino Fosun, primer accionista del grupo.