Alemania ya no quiere unión política. La canciller germana Angela Merkel se ha mostrado en contra de ceder nuevas competencias nacionales a la Comisión Europea (CE), algo que no está reñido con una mejor coordinación entre los Veintisiete en política económica o fiscal. En una entrevista divulgada este domingo por el semanario 'Der Spiegel', la jefa del Gobierno alemán asegura que "no ve la necesidad de entregar aún más derechos en los próximos años a la Comisión".
No obstante, señala que está de acuerdo con el presidente francés, François Hollande, en que las países miembros de la Unión Europea (UE) deben coordinarse mejor en ciertos asuntos. "Pensamos por ejemplo en política laboral y de jubilación, pero también en política impositiva y social", apunta. Merkel destaca que la "coordinación económica en Europa ha sido diseñada de una forma muy débil" y que "debe ser reforzada", lo que a su juicio "es algo distinto a dar más competencias a Bruselas".
No a un líder para todos
La canciller descarta asimismo las propuestas sobre una posible elección directa del presidente de la CE, el puesto que en la actualidad ocupa el portugués José Manuel Durao Barroso, ya que implicaría dotar de más poder a Bruselas. "Un presidente de la CE que fuese elegido directamente por el pueblo tendría que tener otras competencias totalmente distintas a las de ahora. Este cambio rompería el balance actual de las estructuras de la UE", argumenta la canciller alemana a 'Der Spiegel'.
Por último, considera "discusiones teóricas" sin demasiado arraigo entre los ciudadanos europeos el debate sobre la refundación de Europa y la reforma de sus principales organismos. "Para mí y para las ciudadanas y ciudadanos de Europa se plantean cuestiones muy urgentes. Se trata de con qué bienes y servicios vamos a contribuir al crecimiento del mundo, con cuáles vamos a ganarnos el dinero en el futuro", señala.