Antonio Asenjo, exjefe de Seguridad de Iberdrola, lanza una nueva ofensiva legal. Esta semana, el exdirectivo de la energética ha presentado una querella criminal contra Manuel García-Castellón, juez del Juzgado de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional que instruye el caso Villarejo, al que acusa de prevaricación.
En concreto, según consta en la documentación a la que ha tenido acceso Vozpópuli, Asenjo ha presentado la querella ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo tras considerar que el magistrado ya prevaricado, ha perdido la imparcialidad y se retrasado conscientemente en la toma de decisiones.
En la querella presentada ante el Alto Tribunal, Asenjo pone en conocimiento de la sala la presunta comisión de tres delitos de prevaricación, dos de prevaricación judicial de los artículos 446.3º y 448 del Código Penal y un delito continuado de prevaricación judicial del artículo 449.1.
En primer lugar, Asenjo cuestiona que el magistrado haya dejado sin contestar algunas de las peticiones dirigidas al juez sin que exista un motivo para hacerlo (448 CP), lo que se traduce en un trato “degradante” para el exdirectivo y una vulneración del derecho a una tutela judicial efectiva. “El querellado [Manuel García-Castellón] se encuentra incumpliendo la obligación que compete a todo Magistrado de dar respuesta a cualquier controversia jurídica que se le plantee”, señala. Desde noviembre hasta hoy, la representación procesal de Asenjo ha presentado un total de 14 escritos y, según denuncia, la mayoría de ellos han caído en saco roto.
"¡No venga aquí a mentirme!"
Asenjo también recuerda sus diferentes declaraciones ante el magistrado y apunta que durante la última de ellas, celebrada el 19 de febrero, García-Castellón se dirigió a él con expresiones del tipo “¡NO ME TOME POR TONTO!”, “¡NO VENGA AQUI A MENTIRME!”, “¡ACASO SE CREE QUE NO HAGO NADA AQUÍ SENTADO!”, “ESTÁ UD. MINTIENDO, PERO COMO TIENE DERECHO HACERLO… ¡¡PUES NO VENGA AQUI A MENTIRME!!”, siempre según recoge la querella. Fue tras esta reacción “furibunda” cuando Asenjo y su defensa decidieron recusar al juez, para lo que pidieron una copia de la declaración. La petición nunca fue contestada.
En segundo lugar, señala que el magistrado rechazó admitir a trámite el incidente recusatorio (446.3º) para evitar que la Sala de lo penal de la Audiencia Nacional tuviese acceso a la última declaración de Asenjo, donde, según denuncia, García-Castellón tuvo “un ataque de ira desmedida” contra él durante su declaración. La defensa de Asenjo cree que esta inadisión contradice la jurisprudencia del Constitucional.
En tercer lugar, asegura que García-Castellón habría incurrido en un delito continuado del artículo 449.1 del Código Penal, el referido al non liquet (no está claro) que prohíbe a los jueces no pronunciarse sobre determinados asuntos. En palabras de Asenjo, el juez “se encuentra retrasando injustificadamente la decisión sobre una pluralidad de concretas tutelas impetradas por el querellante en más de una decena de escritos presentados al Juzgado siempre en el mismo procedimiento aludido”. En la querella, Asenjo cita uno por uno los catorce escritos presentados y desgrana lo que a su en su opinión son las “mentiras y excusas” del juez durante la instrucción.
Asenjo concreta que los delitos que le imputa a García-Castellón implican una “pena de multa de doce a veinticuatro meses e inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de diez a veinte años”. Para resolver el asunto, el exdirectivo de Iberdrola pide que declaren en el caso el inspector jefe de la Audiencia Nacional, el letrado Juzgado Central de Instrucción nº 6 y la gestora procesal de ese mismo juzgado.