El varapalo que sufrió ayer el candidato español a la vicepresidencia del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, puede quedar solo en eso, en un golpe que duele, pero no mata. El apoyo de Francia aseguraría a España una de las condiciones que se exigen para ser el elegido, y lo que es más importante, el respaldo aleman se lo pone muy difícil al irlandés Philip Lane.
Es una cuestión de números. El Eurogrupo elegirá el lunes al candidato por mayoría cualificada reforzada, lo que significa que Guindos y Lane tendrán que cumplir dos condiciones si quieren ser elegidos: contar con el apoyo de 14 países de los 19 que forman el Eurogrupo y que el total de votos represente, al menos, al 65% de la población.
Malta, Eslovaquia, Portugal, Países Bajos y Letonia ya han dicho que respaldarán al candidato español y se da por hecho que Guindos cuenta con el apoyo de la todopoderosa Alemania. Si Francia decide apoyar también al todavía ministro de Economía, España ya habrá conseguido el segundo de los dos requisitos: representar al 65% de la población.
Francia, clave
Según publicó el diario El Mundo este jueves, Francia parece estar dispuesta, pero no olvidemos que también dijo que le apoyaría cuando el ministro quiso hacerse con la presidencia del Eurogrupo en 2015 y que finalmente se echó atrás. Además, la futura sustitución de Mario Draghi podría convertirse en un problema.
Y es que si Guindos resulta elegido con el apoyo alemán, es probable que España respalde después a su candidato para presidir el BCE. Además, el juego de equilibrios hace difícil que sea Francia quien acabe ocupando la presidencia del supervisor si hay un país mediterráneo como España de lugarteniente.
Si Francia finalmente recula, España necesitaría el apoyo de Italia, un respaldo inicialmente más difícil de conseguir por varios motivos: porque el Gobierno está frenando a Atlantia en la OPA sobre Abertis, porque el país andino está gobernado por los socialistas y porque hay una norma italiana por la que ningún político puede ser gobernador de su supervisor nacional. Por pura coherencia, no debería apoyar a Guindos.
La alianza con Alemania, que no se ha confirmado de forma oficial, es la que da tanta confianza al Gobierno español
De hecho, ha sido precisamente el perfil político del ministro el que ha llevado a la Comisión de Economía del Parlamento Europeo a inclinarse por Lane. Para los eurodiputados, es un candidato más convicente y muchos grupos tienen “reservas” con Guindos. Pero esto es pura retórica, al final lo importante es la votación del Eurogrupo.
Dejando de un lado los apoyos de España, hay un cálculo que permite entender mejor la confianza del Gobierno español. Y es que solo Alemania y España ya representan al 37% de la población, lo que hace prácticamente imposible que Lane se alce como el elegido por mucho que le respalden otros países. Es imposible que llegue al 65%.
Así que todo apunta a Guindos se hará finalmente con la ansiada vicepresidencia a pesar de las críticas que están llegando esta semana desde Bruselas y de que tampoco es el favorito de Frankfurt. Si el lunes es elegido, la candidatura llegará al Consejo Europeo el 22 o 23 de marzo y tras una votación ya asegurada, el ministro abandonará los despachos que ha ocupado en Castellana 162 durante los últimos seis años.