La multinacional estadounidense Apple anunció este martes unos beneficios netos de 41.570 millones de dólares (37.263 millones de euros) en los nueve primeros meses de su ejercicio fiscal 2019, lo que supone una caída del 8,45% con respecto al mismo período del año pasado.
Entre octubre y junio, la empresa que dirige Tim Cook ingresó 196.134 millones de dólares, por debajo de los 202.695 millones de hace un año, con una bajada significativa en la venta de productos (especialmente de teléfonos iPhone), pero una subida en los servicios (App Store, suscripciones, etc.).
Durante este mismo tiempo, los accionistas de Apple ganaron 8,92 dólares por título, frente a los 9,07 de beneficios en el mismo período del ejercicio fiscal 2018.
Caída de ventas del iPhone
Los analistas ya se habían mostrado preocupados antes de la presentación de resultados dado el ritmo que arrastra la compañía en los últimos tiempos, con las ventas de su producto estrella, el iPhone, a la baja o estancadas en todo el mundo.
Precisamente, la firma de Cupertino (California, EE.UU.) ingresó en los últimos nueves meses un 14,92% menos por ventas del popular teléfono inteligente, aunque este sigue representando más de la mitad del total de sus ingresos.
Si el iPhone fue la cruz de las cuentas de Apple este martes, los servicios, con una subida de facturación del 15,89%, fueron la cara, una buena señal para la empresa, que en los últimos tiempos ha decidido virar su estrategia en este sentido para compensar la dificultad de crecer en un mercado de hardware cada vez más saturado.
Facturación en China
Otro motivo de esperanza para la firma fue que la caída de las ventas en la "Gran China" (término que incluye Taiwán) parece haberse ralentizado en el último trimestre, durante el cual sólo han caído un 4,1% interanual, frente a las bajadas en picado experimentadas a principios de año.
La "Gran China" representa para el fabricante del iPhone un mercado casi tan grande como toda Europa y, hasta hace poco, era una de sus áreas de mayor crecimiento, algo que cambió en 2018 tanto por la presión de sus competidores en el país asiático (con modelos de calidad más baratos) como por la ralentización de la economía china y la tensión comercial entre con EE.UU.
Pese a todo, los resultados de Apple fueron mejores de lo vaticinado por los analistas, lo que hizo que sus acciones fuesen recompensadas en Wall Street y subiesen un 4,18 % hasta los 217,58 dólares por título en las operaciones electrónicas posteriores al cierre de los parqués neoyorquinos.