Miguel Arias Cañete, comisario europeo de Energía y Acción por el Clima, sacó la cara por el diésel tras la ofensiva manifestada por diferentes Administraciones españolas, incluida el Gobierno central. De forma implícita, Cañete afeó las palabras de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, en las que aseguró que el diésel "tiene los días contados", al señalar que el proceso de descarbonización de la economía que quiere liderar la Unión Europea "tiene que ser progresivo y no se puede decir que un elemento va a desaparecer mañana".
Durante su intervención en un desayuno informativo organizado por Europa Press, tras reunirse este lunes con la cúpula del Ministerio de Transición Ecológica, Arias Cañete precisó que "hablar del diésel en términos generales es un error" puesto que los vehículos de gasoil que se fabrican actualmente bajo la norma Euro 6 "contaminan un 84% menos que los diésel tradicionales y, además, su emisión de partículas es un 90% inferior".
"No voy a juzgar lo que dijo la ministra, lo que digo es que hay vehículos diésel que cumplen las normativas comunitarias. Y mi objetivo es que se cumplan", explicó Cañete, que reiteró que la Comisión Europea es neutral desde el punto de vista tecnológico. "Nuestro objetivo es que el sector del transporte reduzca un 30% sus emisiones", independientemente de cómo se alcance.
Cañete mostró sus dudas sobre una pronta desaparición de los vehículos diésel. "En 2030, el 80% de los coches en la Unión Europea seguirá siendo de combustión, la electrificación tiene que ser un proceso progresivo".
Objetivo de emisiones
Pero el del diésel no fue el único recado que el comisario europeo dejó al nuevo Gobierno español. De paso por España en la ronda que está haciendo por los países de la Unión para conocer en detalle los planes para cumplir con los objetivos medioambientales comunitarios que deben presentar antes de fin de año, Cañete lanzó un mensaje en relación con su estrategia de acabar con la generación de electricidad a partir de las plantas de carbón y nucleares en la próxima década, al asegurar que esta maniobra complicará alcanzar los objetivos de reducción de emisiones de dióxido de carbono.
En concreto, el comisario recordó que aunque el mix energético de cada estado miembro de la Unión Europea es competencia exclusiva de los respectivos gobiernos, velar por el cumplimiento de los objetivos en la lucha contra el cambio climático sí le atañe y como tal se pronunció sobre la hoja de ruta trazada y anunciada por la ministra, Teresa Ribera.
"No doy mi opinión como político activo, lo que yo crea o deje de creer es irrelevante. Pero como comisario mi deber es velar por el cumplimiento de los objetivos", matizó Cañete para después asegurar que España tendrá más difícil lograrlo si solapa ambos cierres, puesto las plantas nucleares no emiten dióxido de carbono.
Ribera anunció la semana pasada que la intención del Gobierno es cumplir con lo reflejado en el programa electoral del PSOE en relación con la energía nuclear, que pasa por no prolongar su vida útil más allá de los 40 años, lo que propiciaría que España se quedaría sin energía nuclear en 2028. Tres años antes llegaría el fin de las plantas de carbón.
Evitar los tribunales europeos
No obstante, Cañete habló en tono positivo del encuentro que tuvo este lunes con Ribera y con el secretario de Estado de Energía, José Rodríguez, que también ha estado presente en el desayuno como espectador. El comisario aseguró que uno de los puntos a tratar fue el asunto de los cinco procedimientos que tiene abiertos España en materia de energía ante la Comisión Europea (entre ellos, el referido a la fijación de peajes por parte del Gobierno en detrimento de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia). En este sentido, Cañete se mostró convencido de que se resolverán de forma negociada, sin necesidad de que intervengan los tribunales europeos.
El comisario europeo también se mostró preocupado por el escaso avance de las interconexiones en España y aseguró que se encuentran en un punto crítico. "En estos momentos, hay tan sólo un 6% mientras que el objetivo comunitario es del 10% para 2020, que algunos países ya cumplen, y del 15% para 2030". Cañete se mostró confiado en el compromiso de Francia para avanzar en este sentido, algo que no había sucedido hasta ahora, en opinión de Cañete.