La convocatoria de elecciones anticipadas para el próximo 28 de abril no ha tenido impacto por el momento en los mercados financieros, ni de renta variable (bolsa) ni de renta fija (deuda), pero los inversores internacionales sí consideran que la deuda pública española podría perder atractivo en comparación con la portuguesa.
Los analistas del banco de inversión estadounidense JP Morgan han sido los primeros en hacer esta comparativa en una nota dirigida a sus clientes, en la que señalan que la historia de Portugal "es más convincente" que la española y les recomiendan comprar deuda pública lusa y vender española, con motivo de la estabilidad política de la que goza el país vecino.
Y es que el Ejecutivo que dirige desde hace tres años el socialista Antonio Costa con el apoyo de los izquierdistas del Bloco de Esquerda y el Partido Comunista ha sido incluso elogiado por la Comisión Europea por haber conseguido reducir el déficit, hacer crecer el PIB y bajar la tasa de desempleo, al tiempo que conserva su firmeza y cosecha una alta intención de voto en las encuestas.
Su situación contrasta, por tanto, con la que se vive en la parte oriental de la Península Ibérica, donde el Gobierno no ha logrado aprobar sus Presupuestos Generales del Estado y se ha visto obligado a adelantar la próxima convocatoria electoral después de ocho meses de legislatura.
La mayor estabilidad política de Portugal frente a España es también una de las razones que esgrime Eirini Tsekeridou, analista de renta fija del banco suizo Julius Baer, quien pronostica que la deuda pública portuguesa experimentará una mejor evolución que la española.
Se reducirá la diferencia entre ambas
Actualmente el spread entre ambas, es decir la diferencia que hay entre el tipo de interés que paga el bono portugués a diez años (1,5%) y el que paga el bono español de esa misma duración (1,2%), es de 30 puntos básicos, pero este experto cree que esa diferencia se irá reduciendo en el futuro en favor del portugués.
Esto podría suceder tanto porque la Tasa Interna de Retorno (TIR, o sea tipo de interés) del bono español aumente (la rentabilidad de los bonos es proporcional al riesgo que asume el inversor que los compra, por lo que a más incertidumbre más rentabilidad) debido al devenir de "los acontecimientos políticos", o bien porque baje la del bono portugués (que será beneficiado por el programa de recompra de deuda del Banco Central Europreo).
"Portugal sale mejor parado que España en las reinversiones que va a hacer el BCE", coincide Marian Fernández, responsable de estrategia del banco andorrano Andbank en España, quien cree que además de la estabilidad "hay otras razones que invitan a ser más positivos con Portugal que con España".
La experta explica a Vozpópuli que Portugal ha hecho "muy bien" las colocaciones de deuda que ha llevado a cabo desde comienzos de año, pues ya ha colocado la mayor parte de la deuda que tiene que sacar al mercado para cumplir sus necesidades de financiación.
"Sí se puede recomendar Portugal frente a España", afirma
En su opinión, si el escenario actual de crecimiento en Europa se mantiene y el BCE perpetua su política, entonces se puede esperar que bajen los tipos que paga la deuda.
Sin embargo, si la rentabilidad del bund alemán (el bono germano a diez años) sube ante la incertidumbre por la desaceleración, entonces aumentará la rentabilidad tanto del bono portugués como el del español y se podría seguir manteniendo el spread de 30 puntos: el portugués llegará al 1,9% y el español al 1,5%.
Fernández no descarta, no obstante, que el spread entre ambos se reduzca, como apuntaba el analista de Julius Baer, si se dan situaciones como que Portugal crezca más de lo esperado o bien que en España haya una desaceleración peor de la prevista o se dé una situación política inestable.
Un ejemplo sería que el resultado de las elecciones generales no sea el que pronostican las encuestas. "Las combinaciones actuales son aceptables porque el mercado de renta fija se conforma con la gobernabilidad y que no haya ruptura con Europa", apunta.