Lleva tiempo flotando en el aire, la posibilidad de comenzar a conducir coches en España desde los 16 años. El carnet B1 ya existe en algunos países de la Unión Europea como Portugal, Francia o Italia, una categoría introducida en la Directiva 2006/126/CE pero que debido a la escasa presencia de vehículos que encajen en ella no llegó a implantarse en España. Pero la llegada de los vehículos eléctricos que superan los 45 km/h del carnet AM –el popularmente conocido como carné de ciclomotor– puede llegar a hacer que la DGT decida su puesta en marcha.
Una posibilidad que pondría en el mercado a miles de jóvenes conductores que probablemente animarían las ventas en el sector y del que se beneficiarían los talleres. Y es que si se adelantara a los 16 años la posibilidad de conducir, el impacto en facturación que tendría para los talleres está cuantificado en 180 millones de euros –nada que ver con posibles accidentes–, según el informe “La posventa generacional” de la empresa Solera que mueve más de cuatro millones de reparaciones anuales, y que ha sido presentado con motivo del Congreso de Faconauto.
Una rebaja de la edad legal para conducir que empieza de nuevo a sobrevolar en España, planteándose crear ese permiso específico B1, que afectaría a 974.000 jóvenes de 16 y 17 años. A poco que estos “nuevos” conductores hicieran 100 kilómetros al mes, serían en conjunto más de 600 millones de kilómetros adicionales recorridos por los vehículos, o lo que es lo mismo, un impacto económico de 180 millones de euros derivados de esa movilidad y, por tanto, más desgaste mecánico.
Solera, además, atisba una oportunidad para la venta de vehículos nuevos o usados entre estos jóvenes, pues, si bien su población activa ronda solamente el 5% y el desempleo afecta a un 40%, aún hay cerca de 40.000 jóvenes que están trabajando y que podrían plantearse a esas edades hacerse con un coche.
Para ello, es clave la subida del salario mínimo interprofesional, ahora en 950 euros y en propuesta 1.000 euros, cuando a principios de este siglo apenas superaba los 450 euros. Si a ello le sumamos que los españoles se emancipan con casi 30 años, es más de una década con escasas cargas financieras.
Notable caída de nuevas licencias
Permitir conducir a jóvenes de 16 y 17 años, como sucede en Estados Unidos, podría ser una de las medidas encaminadas a generar más cantera de conductores en España, dado que, por cada vehículo, hay apenas 0,78 licencias de conducir actualmente.
La crisis económica ha sido especialmente la gran responsable de esta caída de conductores. Los datos de la DGT muestran que si entre el 2000 y el 2010 se expedían casi 700.000 licencias anualmente en promedio, en la década de 2011 a 2020 esta cifra ha caído hasta las 486.000.
De hecho, en 2020, el número de carnet de conducir en España sufrió un retroceso del 0,4%. En toda la serie histórica desde 1990, solo ha habido dos años en que el número de conductores en nuestro país decreciera respecto al año anterior.
Según José Luis Gata, Business Development Manager de Solera, “hay que atraer de nuevo a los jóvenes al volante, facilitarles su llegada al coche, que no necesariamente es vía compra, pero sí podemos pensar en fórmulas por uso más orientadas a servicio que pueden ser atractivas para sus necesidades de movilidad. Esto implica, además, más kilometraje del parque y, por tanto, más facturación al sector del taller, ya que la posventa es movimiento. Solo si el coche se mueve, se factura”.