Uno de cada cuatro puestos de trabajo destruidos en el sector bancario europeo desde los primeros años de la crisis se ha producido en España, según muestran los datos a cierre de 2017 del último informe de la Federación Bancaria Europea (EBF, según sus siglas en inglés).
En el conjunto de los 28 países de la Unión Europea (UE), el sector bancario ha reducido sus niveles de empleos hasta mínimos y cuenta con 363.000 puestos de trabajo menos que en 2009. El 23,82% de este ajuste corresponde a la banca española, que contaba con 183.016 empleados bancarios a cierre de 2017, 86.467 puestos de trabajo menos que hace ocho años una vez que en los años 2012 y 2013 se ejecutó la reestructuración del sector.
De hecho, en términos absolutos, España es el país que más a rebajado los niveles de empleo en el sector a nivel comunitario, por delante de Reino Unido, que cuenta con 78.366 empleados menos. En términos relativos (-32%), la disminución de puestos de trabajo también es la mayor entre las grandes economías del Viejo Continente, seguido del país británico (-18,15%) e Italia (14,22%).
Por el contrario, la banca alemana ha recortado aproximadamente la mitad de empleos que la Española, pues cuenta actualmente con 619.059 puestos de trabajo, 43.941 menos que en 2009. En porcentaje, Alemania solo ha disminuido un 6,63% el volumen de empleo en su sector bancario.
En el último año, el número de empleados a nivel europeo se contrajo en 40.000 personas, hasta los 2,74 millones, el mínimo de la serie histórica, que comenzó en 1997 y muy lejos de los 3,13 millones de empleados que había en 2009.
Cierre de oficinas
El informe de la patronal bancaria en Europa también pone de relieve que la red comercial de la banca europea se ha reducido en unas 50.000 oficinas desde 2007, concentrándose el 36% de este ajuste en España. En concreto, la banca española ha cerrado 18.020 sucursales en los últimos diez años, más del sobre que Alemania e Italia (5.800). En el último año, la red de sucursales de los bancos europeos disminuyó en 5.900 oficinas.
Además, el proceso de consolidación que comenzó en 2009 con la crisis financiera continuó en 2017 con una reducción del 5% en el número de entidades, hasta 6.250, lo que supone que hay 2.275 bancos menos que cuando empezó la recesión.
Según la EBF, la reducción de sucursales también refleja también la rapidez en la que se han implantado los servicios de banca en internet, ya que actualmente los utiliza algo más de la mitad de la población europea, cuando en 2009 solo lo hacía un tercio.
"La banca de sucursales físicas no está terminada, pero con el volumen de sucursales que ha tenido hasta ahora ya no es sostenible", comentó el jefe de supervisión bancaria de la Federación, Gonzalo Gasós, en declaraciones a Efe.