Economía

Infraestructuras públicas: los nuevos activos de riesgo para la banca

El test de estrés de Oliver Wyman obliga a sanear los préstamos concedidos por obra civil ante la difícil situación financiera del Estado y CCAA.

Aeropuertos sin aviones, estaciones fantasmagóricas del AVE, autopistas de peaje desérticas de vehículos... La burbuja inmobiliaria originó en paralelo otro desatado crecimiento en infraestructuras que ahora castiga los balances de la banca en forma de préstamos sindicados. Al igual que los préstamos ligados al ladrillo, grandes empresas, pymes y autónomos, además de los destinados al consumo, el ejercicio de estrés de Oliver Wyman también obligará al sistema financiero a provisionar las pérdidas que puedan generarse de su financiación en obra civil.

Así consta en el documento que la consultora ha enviado a los 14 grupos bancarios, al que ha tenido acceso Vozpópuli. Más concretamente en la página 9 del citado dossier, en el que Oliver Wyman obliga a la banca a detallar la perdida esperada de su morosidad corporativa por su cartera de préstamos en grandes empresas, pymes y autónomos (con garantía real y sin ella), promotores inmobiliarios y obra civil. El test de estrés evaluará el número de entradas en mora y sus curvas de recuperación de cada uno de estos activos en una serie histórica que comprende desde 2002 a 2011.

Según fuentes del sector, Oliver Wyman ha solicitado evaluar también la parte de la cartera de la obra pública ante la complicada situación financiera que atraviesan tanto la administración central como autonómica. Precisamente, los organismos públicos son los responsables últimos de que estos créditos no acaben convirtiéndose en morosos ante el impago de las grandes constructoras o UTES (grupos de empresas) que se forman para la construcción de una gran infraestructura.

"Imágenes como la del aeropuerto de Castellón, vacío de tráfico aéreo, no se entienden en Bruselas y mucho menos en Alemania, con una red aeroportuaria menos numerosa que en España. Nuestros acreedores quieren saber cómo se han financiado estas infraestructuras y la capacidad que tenemos de pagarlas", explican desde el sector financiero.

El examen de los créditos del sector financiero a la obra civil, y la más que posible aparición de minusvalías que hay que provisionar o, como se empieza a manejar en el sector, un posible aumento de la cobertura por este tipo de préstamos, es otro de los factores que puede aumentar el techo del rescate bancario de 62.000 millones, previsto en las primeras auditorías de Roland Berger y O,inversión Wyman.

Los bancos provenientes de las antiguas cajas de ahorros son quienes más pueden sufrir el estrés que se va a realizar sobre la financiación

Los bancos provenientes de las antiguas cajas de ahorros son, a juicio de varios analistas de bancos de inversión, quienes más pueden sufrir el estrés que se va a realizar sobre la financiación a la obra civil. "Las cajas eran los instrumentos que tenían los políticos para financiar sus macro proyectos", aseguran desde el mundo de los bancos. La Comunidad Valenciana, primera entidad en solicitar el rescate financiero del Estado, es el más reflejo de esta situación. Sus fastuosos proyectos e infraestructuras (aeropuerto de Castellón, Terra Mítica, la Ciudad de las Artes, el nuevo puerto de Valencia...) fueron financiados en su gran mayoría por su moribundo sistema financiero: Bancaja, Banco de Valencia y la CAM, absorbida por el Sabadell.

Todas estas entidades, como las del resto del sistema financiero, han tenido que asignar u. Importante número de sus recursos de personal en los servicios centrales para poder detallar la ingente cantidad de información que solicita Oliver Wyman para su ejercicio de estrés. De cada uno de sus activos adjudicados, cada entidad tendrá que pormenorizar un total de 50 datos. Entre ellos, hasta tres valoraciones por activo, las provisiones constituidas hasta la fecha, además del deterioro del valor del activo reconocido directamente en la cuenta de pérdidas y ganancias, adicional a las provisiones constituidas.

El ejercicio de estrés puede llegar a valorar más de 30 millones de datos, si se tiene en cuenta que la banca española cuenta con un mínimo de 500.000 unidades de activos adjudicados entre pisos, inmuebles, suelo, plazas de garaje, centros comerciales y promociones en construcción y acabadas.

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