Los bancos acreedores tienen prisa por cerrar el caso Grifols. Las entidades presionan a la farmacéutica catalana para que refinancie ya unos 2.000 millones de euros de deuda con vencimiento en 2025, según trasladan a Vozpópuli fuentes financieras. Se trataría de dar un balón de oxígeno a la compañía, de cuya viabilidad no hay dudas entre la banca acreedora y por esta razón se prefiere una refinanciación a la venta de más activos.
Se cumple poco más de un mes del informe demoledor de Gotham City, que puso contra las cuerdas a la farmacéutica al acusarla de ocultar deuda. Grifols reconoce una deuda bruta de más de 10.000 millones, de los que alrededor de 3.000 millones vencen el próximo año.
Más allá de las acusaciones de Gotham City de que el valor de la farmacéutica era de cero euros, los inversores pusieron el foco en la urgencia para encontrar una solución para el pasivo que tiene que pagar en 2025. Alrededor de 2.000 millones son bonos y unos 900 millones préstamos bancarios.
"El consenso de mercado apunta a que Grifols tendrá un ebitda de 1.400 millones en 2023, niveles preCovid, que podría alcanzar los 1.800 millones en el ejercicio actual
Para recortar deuda, Grifols utilizará ingresos por la venta de un 20% de la compañía china Shanghai Raas al grupo Haier por 1.600 millones. La mayoría de este dinero se destinaría a cancelar una parte importante del pasivo que vence en 2025.
Despejar las dudas de los inversores
En el seno de los bancos acreedores se considera que sería suficiente para encarrilar la situación y evitar un plan de desinversiones más ambicioso, según fuentes financieras. La refinanciación se podría negociar a precios asequibles y sería crucial para aplacar las dudas del mercado.
"Santander, BNP, BBVA y CaixaBank son los grandes financiadores de la farmacéutica catalana y de Scranton, el vehículo inversor de la familia afincado en Países Bajos
Los bancos acreedores se basan en los números para marcar la salida a Grifols. La compañía presentará al mercado los resultados de 2023 a finales de febrero. El consenso espera que el ebitda alcance los 1.400 millones, en niveles preCovid, que podría rozar los 2.000 millones de euros al cierre del ejercicio actual. Un acicate para que los bancos empujen a la compañía a sellar las condiciones de una refinanciación, según fuentes financieras.
Santander, BBVA, CaixaBank y BNP son los grandes financiadores habituales de Grifols y de Scranton, el vehículo inversor de la familia domiciliado en Países Bajos sobre el que Gotham ha puesto el foco de la sospecha. Se estima que la banca tiene entre créditos sindicados y líneas de factoring unos 4.000 millones comprometidos en la farmacéutica y su entorno familiar, según fuentes financieras.
Los bancos tranquilizan al BCE
Gotham centró su ataque sobre la farmacéutica en los créditos con Scranton, con una deuda de unos 1.000 millones, según las cuentas de 2021, las últimas publicadas. Esta deuda, según la polémica firma de análisis, debería computarse en Grifols.
Los bancos acreedores transmiten tranquilidad sobre la viabilidad de la empresa y descartan tener que hacer, por el momento, provisiones por su exposición a la compañía. La crisis desatada por Gotham provocó que el Banco Central Europeo (BCE) irrumpiera y solicitara a los bancos su exposición a la empresa catalana para medir el riesgo, que para las entidades es muy limitado.
Grifols sigue defendiendo su reputación tras la crisis bursátil y reputacional que estalló hace un mes. Y librará una batalla legal con Gothan City, que provocó un roto bursátil de unos 2.000 millones de euros con su polémico informe.
