Emilio Saracho y el consejo de Banco Popular no van a seguir ligados a la entidad tras la compra de Banco Santander. Aunque todavía no hay una comunicación oficial al respecto, fuentes próximas a la operación consultadas por Vozpópuli señalan que Santander no cuenta con Saracho después de que la entidad haya tenido que ser rescatada por Europa, con sus propios fondos internos.
En principio, la salida de Saracho no era obligatoria de acuerdo a la regulación ya que el rescate de Banco Popular no se ha hecho con ayudas públicas, sino con el capital y la deuda subordinada de la entidad.
Pero fuentes financieras explican que Ana Botín no quiere asumir el riesgo de incorporar un equipo que no ha sido capaz de controlar la salida de depósitos y el desplome de la acción en los últimos meses. A eso se suma las previsibles demandas que van a llegar pronto contra Popular de accionistas y dueños de la deuda de la entidad.
Junto a Saracho, han llegado recientemente a Popular banqueros de primera fila como el consejero delegado, Ignacio Sánchez-Asiaín, y el director financiero, Miguel Escrig.
Santander ya ha comunicado que recortará un tercio de los costes de Banco Popular, para conseguir unas sinergias de 500 millones. Los costes de reestructuración ascenderán a 1.300 millones.