Ni deshacer su posición ni subirla. BBVA conservará intacto su paquete de acciones del 4,84% en Telefónica tras la salida de un socio histórico como CaixaBank, que canalizará su presencia en la teleoperadora a través de CriteriaCaixa. Pero en el banco de La Vela tampoco se plantean subir su participación para competir con la Sepi o el brazo inversor de La Caixa, cuyos planes ponen en riesgo su sillón en el consejo de administración de la teleoperadora, según fuentes financieras consultadas por Vozpópuli.
Fuentes oficiales de BBVA prefirieron no hacer comentarios al respecto. Como socio histórico, el banco de La Vela mantiene a José María Abril como vicepresidente de Telefónica desde 2007. Aún tiene dos años más tras renovar su sillón en la junta de 2022. Pero la irrupción de Arabia Saudí y el posterior desembarco del Estado han provocado un desajuste en el equilibrio de fuerzas del máximo órgano de gobierno.
"BBVA tiene ahora menos del 6,7% que da derecho a sentarse en el consejo de Telefónica. Esta anomalía puede provocar que otros accionistas, como el Gobierno o Criteria, reclamen dos puestos por sus respectivos paquetes del 10%
El consejo de Telefónica está formado por 15 sillones, todos ellos ocupados en la actualidad. Y, como es previsible, el número de miembros no se ampliará al menos hasta la junta de accionistas del próximo año.
Hueco para el sillón del Estado
De hecho, hace un mes se tuvo que hacer hueco con la dimisión de una independiente (Carmen García de Andrés) para dar entrada al representante del Gobierno, Carlos Ocaña Orbis, coautor del libro de la tesis de Pedro Sánchez. Con estas bases, el derecho a sentarse en el consejo de Telefónica lo otorga una participación de alrededor del 6,7%, por encima del 4,84% que conserva BBVA.
Esta “anomalía”, como explican fuentes financieras, abriría la puerta a otros accionistas, como el Estado y Criteria, a poder solicitar un segundo consejero a razón de uno por cada paquete del 5%, como ya deslizó hace algunos días el Gobierno. En esta misma posición se encontraría la saudí STC, que tiene que ser autorizada por Moncloa para elevar su posición del 4,9% al 9,9%, aunque Arabia renunciaría por ahora a pedir un representante para evitar el choque con el Gobierno.
BBVA contabiliza el paquete de acciones como ‘disponible para la venta’ durante las dos décadas en las que lleva presente en el capital de Telefónica. Y la cúpula defiende que no se trata de una participación estratégica, con lo que no preocupa en exceso la pérdida del sillón en el consejo, como indican fuentes financieras, para reflejar la nueva estructura del capital.
Dividendo millonario
Eso sí, el banco presidido por Carlos Torres marca como línea roja la actual política de dividendos, según las fuentes consultadas. En noviembre de 2023, la teleoperadora anunció el compromiso de un dividendo anual de 0,30 euros por acción mínimo durante el periodo 2023-2026, que se suele repartir en dos pagos: diciembre y junio.
Con su participación actual del 4,84%, BBVA ingresa más de 80 millones de euros al año por el dividendo de Telefónica. Y el impacto en capital es limitado, de unos dos puntos básicos por un desplome del 10% en la acción de la teleoperadora. En el seno del banco se confía en que la cotización se estabilice tras la entrada de Arabia Saudí y el Estado.
"La participación de BBVA tiene un valor de unos 1.100 millones, lo que podría dar munición a la entidad para mejorar la oferta por el Sabadell. Aunque el equipo directivo niega cualquier mejora y defiende que el canje propuesto ya es lo suficientemente atractivo
El paquete de BBVA en Telefónica tiene un valor de mercado de más de 1.100 millones, lo que le permitiría obtener liquidez de forma rápida (con una colocación acelerada) en plena opa para hacerse con el Sabadell. Pero el equipo directivo defiende a capa y espada que el canje propuesto en la opa hostil (de una nueva acción por cada 4,83 títulos de la entidad catalana) es suficiente atractivo y niega una mejora de la oferta.
La opa cumplió ayer un hito más. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la admitió a trámite, aunque no se pronunciará hasta contar con el aval del Banco Central Europeo (BCE), que en un principio no se opone a la operación. El banco de La Vela espera lanzar la opa entre los accionistas del Sabadell en unos seis meses, aunque los plazos se pueden dilatar.