Sin sorpresas. El Banco Central Europeo (BCE) ha vuelto a dejar, como descontaban los inversores, los tipos de interés en el 4,5%, niveles máximos de más de dos décadas. Se trata de la quinta reunión consecutiva en la que el consejo de gobierno del banco central no mueve ficha.
"Si la evaluación actualizada del Consejo de Gobierno de las perspectivas de inflación, la dinámica de la inflación subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria reforzase en mayor medida su confianza en que la inflación está convergiendo hacia el objetivo de forma sostenida, sería apropiado reducir el actual nivel de restricción de la política monetaria", recoge el comunicado del Eurobanco.
Se apunta a junio como el momento en el que el BCE activará el botón de las rebajas del precio oficial del dinero por primera vez desde 2016.
Sin compromisos
Hay síntomas de que la inflación en Europa se relaja, con el IPC moderándose al 2,4% en marzo. Pero el dato de Estados Unidos, que sorprendió ayer al escalar un 3,5%, ha extendido las dudas sobre cuándo y sobre todo qué intensidad aplicará el Eurobanco en la prevista rebaja de los tipos.
"Las condiciones de financiación siguen siendo restrictivas y las anteriores subidas de los tipos de interés continúan frenando la demanda, lo que está contribuyendo a reducir la inflación. No obstante, las presiones inflacionistas internas son intensas y mantienen la inflación de los precios de los servicios en niveles elevados", justifica el organismo monetario.
El BCE se quiere cerciorar de que la lucha contra la inflación se ha ganado y no dar pasos en falso que cuestionarían su credibilidad como institución. El banco central aclara, por ello, que, para determinar el nivel de restricción y su duración apropiados, seguirá aplicando un "enfoque dependiente de los datos" y en el que las decisiones se adoptan en cada reunión, "sin comprometerse de antemano con una senda concreta" de tipos.