Banca

El BCE deja anclados los tipos en máximos de 2001 pese al descenso más rápido de la inflación

Mejora sus previsiones de IPC para 2024 y 2025, cuando espera que se corrija al objetivo del 2%. Admite el impacto en la economía, al recortar en dos décimas la previsión de crecimiento para este año, hasta el 0,6%.

  • Christine Lagarde, presidenta del BCE.

El Banco Central Europeo (BCE) no mueve ficha. El consejo de gobierno del organismo ha dejado, como era previsible, los tipos de interés anclados en el 4,5%, máximos desde 2001. El precio oficial del dinero superará así el medio año en este nivel pese a que la inflación se corrige más rápido de lo contemplado a finales de 2023 por el propio BCE.

“El consejo de gobierno ha decidido hoy mantener sin variación los tres tipos de interés oficiales del BCE. Desde la última reunión celebrada en enero, la inflación ha seguido reduciéndose” indica el comunicado de la institución con sede en Francfort para justificar su decisión.

El BCE apurará con los tipos en máximos de 23 años pese al riesgo de que el crecimiento de la economía sufra aún más por una política monetaria restrictiva. En el seno del consejo de gobierno se quiere evitar el inicio en falso de una rebaja de tipos, que provocaría retomar con más dureza las subidas de tipos y que cuestionaría claramente su credibilidad.

De hecho, los expertos del Eurobanco prevén que la inflación se reducirá más de lo previsto, pero a costa del crecimiento. En una revisión a la baja, estiman que el IPC de la zona euro cerrará este año en el 2,3% (frente al 2,7% previsto en diciembre) y en el 2% en 2025, por lo que ya lograría corregir los precios a su objetivo sacrosanto. Para 2026, prevén que el IPC se quede en el 1,9%.

Presiones inflacionistas "intensas"

Las proyecciones de inflación excluidos la energía y los alimentos también se han revisado a la baja y se sitúan, en promedio, en el 2,6% en 2024, el 2,1% en 2025 y el 2% en 2026. “Aunque la mayoría de los indicadores de la inflación subyacente han continuado descendiendo, las presiones inflacionistas internas siguen siendo intensas, debido en parte al fuerte crecimiento de los salarios”, explica el Eurobanco.

Se estima que los efectos de la política monetaria pueden llegar a tardar año y medio en tener efectos sobre la inflación. Bajo esta premisa, el BCE tendría aún tiempo para percibir cómo impacta su última decisión de subir los tipos, acometida en septiembre de 2023 hasta el citado 4,5%.

Pero el organismo admite que los tipos en máximos desde 2001 impactan ya en el crecimiento. Los expertos del organismo monetario han recortado el aumento del PIB para este año del 0,8% al 0,6%. Más adelante, prevén que la economía se recupere y crezca al 1,5 % en 2025 y al 1,6 % en 2026, respaldada inicialmente por el consumo y después también por la inversión.

Tipos altos el tiempo que sea necesario

La inflación en el conjunto de la zona euro cerró febrero en el 2,6%, más cerca de la meta del 2% que se marcan en rojo los bancos centrales para controlar los precios.

“Las decisiones futuras del consejo de gobierno asegurarán que los tipos de interés oficiales se fijen en niveles suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario”, sentencia el banco central, que repite este mensaje como pilar de su política monetaria.

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