Se desatasca la nueva cúpula de Unicaja. Antes de cumplir la fecha marcada en rojo tras la fusión con Liberbank, el 31 de julio, los accionistas de la entidad liman asperezas y planean nombrar a Isidro Rubiales, mano derecha del presidente, Manuel Azuaga, como sustituto de Manuel Menéndez, que ha pactado su salida amistosa como consejero delegado, según distintas fuentes financieras consultadas por Vozpópuli.
Rubiales está al frente de la Dirección General Adjunta al presidente, de Control, Estrategia y Relaciones con supervisores. Tiene una relación estrecha con el supervisor único y está muy valorado en los círculos financieros de Fráncfort, tras más de una década en contacto directo. Este sería el candidato de la casa que más apoyo aglutina en la actualidad tanto del bloque andaluz como del asturiano. Fuentes oficiales de Unicaja no han hecho comentarios sobre la sustitución de Menéndez.
Rubiales tendría el respaldo de más del 50% del capital del banco. Fuentes conocedoras aseguran que existe consenso entre la Fundación Unicaja (que tienen un 30,2%); Indumenta Pueri (8,5%), el holding empresarial de la familia Domínguez de Gor, propietarios de la textil Mayoral; el empresario Tomás Olivo (5,2%); y el fondo Oceanwood (7,4%), según fuentes próximas a los supervisores.
Lo lógico es que el banco active el proceso de búsqueda del nuevo CEO esta misma semana, pero todo apunta a Rubiales como candidato de consenso, como insisten las fuentes. Su nombramiento tendría que pasar además por una junta de accionistas extraordinaria. El plan pasa por que Menéndez permanezca como número dos hasta el desembarco de su sustituto.
La nueva cúpula, en cualquier caso, está muy avanzada no sólo entre los grandes accionistas, sino también con el BCE, que ha presionado en los últimos días para acelerar la sucesión. De hecho, el supervisor estaría de acuerdo con la nueva estructura, que contempla que Manuel Azuaga se mantenga como presidente no ejecutivo hasta abril de 2025. Azuaga ha intentado hasta el último momento retener funciones clave en el banco, con competencias en auditoría interna y en riesgos. Pero el supervisor único no ha aceptado estas pretensiones.
Pacto por la estabilidad en la gobernanza
"Los accionistas han entendido que es clave mantener la estabilidad en la gobernanza del banco", transmiten a Vozpópuli fuentes próximas al BCE. La llave para acercar posturas entre el bando andaluz y el asturiano ha sido el acuerdo para promover una salida amistosa de Menéndez, antes incluso del informe de reevaluación que preparaba la firma Spencer Stuart para cumplir con las exigencias del supervisor.
En el seno del banco se considera que Rubiales tendría capacidad para reconstruir la antigua organización de Unicaja rescatando a directivos valorados internamente y que salieron tras la integración con Liberbank.
Y prepararía el aterrizaje de un consejero delegado externo restableciendo la política comercial genuina de Unicaja y que los empleados han criticado por su 'liberbankarización' tras la fusión en 2021.
Algunos de los candidatos a CEO que han sonado, como José Sevilla, exconsejero delegado de Bankia, sólo estarían dispuestos a tomar las rienda una vez que se cierren las rencillas de poder, como señalan fuentes financieras. En caso de que se nombre a Rubiales nuevo consejero delegado con plenos poderes ejecutivos, las piezas podrían ir encajando. Aunque aún quedan unos meses decisivos para el negocio del banco.