A la banca le salen las cuentas. Las cinco principales entidades en España (CaixaBank, Santander, BBVA, Sabadell y Bankinter) ingresarían hasta 3.200 millones de euros en un año si el Banco Central Europeo (BCE) sube los tipos la próxima semana hasta el 1%. El mercado descuenta que el precio del dinero se encarecerá en septiembre entre un 0,5% y un 0,75%, por lo que los grandes bancos obtendrían en doce meses al menos los 3.000 millones que pretende recaudar el Gobierno con el impuesto durante dos ejercicios.
Las entidades actualizan cada trimestre la sensibilidad del margen de interés, que mide el negocio típico, a subidas de tipos. Un aumento del precio del dinero en 100 puntos básicos elevaría entre un 5% y un 25% esta partida clave de la cuenta de resultados. Las estimaciones se basan en doce meses, que es el tiempo que los equipos financieros consideran necesario para actualizar la cartera de hipotecas variables.
Se trata de un ejercicio teórico que se obtiene de extrapolar el margen de interés de los seis primeros meses del año, los últimos disponibles, al cierre de 2022. Sólo se tendrían en cuenta los negocios en España, pues el Ejecutivo sólo gravará la actividad en el país.
Los bancos con un perfil más hipotecario son más sensibles a la política monetaria. Y eso que en los últimos años las entidades han apostado por las hipotecas a tipo fijo, que ya suponen siete de cada diez contrataciones. En el caso de CaixaBank, que el BCE lleve los tipos hasta el 1% mejoraría entre un 20% y un 25% los ingresos típicos. Es decir hasta 1.460 millones si mantiene la tendencia del margen de interés del primer semestre.
Santander estima una mejora de hasta 751 millones en esta partida de ingresos, mientras que BBVA un aumento de entre el 15% y el 20% del margen de interés, que se traduciría en unos ingresos extra de hasta 706 millones. Sabadell y Bankinter serían las entidades con menos sensibilidad a los movimientos en Francfort: una subida de los tipos al 1% añadirían a la cuenta hasta 133 y hasta 121 millones, respectivamente.
Pero el impulso en el margen de interés gracias al BCE puede ir más allá. En el seno del Consejo de Gobierno del organismo hay miembros favorables a acelerar las subidas de tipos para atajar cuanto antes la crisis de precios, como publicó Reuters la semana pasada. La información apuntaba a que el BCE debatirá en su próxima reunión del 8 de septiembre un aumento del precio del dinero de 75 puntos básicos, lo que llevaría los tipos oficiales al 1,25%.
En este supuesto extremo, las cinco principales entidades obtendrían hasta 800 millones más en ingresos extraordinarios. Con unos tipos al 1,25% durante un año, la banca mejoraría en casi 4.000 millones el margen de interés, por encima del objetivo de recaudación del Gobierno para 2023 y 2024. Pedro Sánchez justificó el impuesto precisamente por los "beneficios extraordinarios" para los bancos que generaría el cambio de la política monetaria.
Las noticias del BCE pueden ser mejores para la banca
Pero una subida de otro 0,75% del precio del dinero no está nada clara. Philip Lane, el economista jefe del BCE, defendió esta semana que la normalización monetaria tiene que ser a un ritmo "firme", pero que no sea "ni muy lento ni muy rápido". Estas palabras de uno de los pesos pesados del banco central se interpretaron en el mundo financiero como una apuesta por una subida del 0,50%, como la que ya se aplicó en julio.
La proposición de ley del impuesto a la banca y las energéticas, que presentaron a finales de julio el Grupo Socialista y Podemos como miembros del Ejecutivo de coalición, se tiene que votar en el Congreso para iniciar su tramitación parlamentaria. Los bancos consideran "inconstitucional" el nuevo gravamen, según fuentes de distintos equipos jurídicos de las entidades. De hecho, el sector se ha movilizado para tratar de frenar el 'impuestazo' o al menos suavizarlo, como publicó Vozpópuli.