“Después de cien días, Banco Popular cada vez me gusta más. Efectivamente es un bancazo”. Con estas palabras, Pedro Larena se ha refrendado en sus primeras palabras sobre la entidad de la que es número dos, y que atraviesa un momento difícil ante las dudas del mercado y el relevo que se está produciendo en la presidencia, con Ángel Ron cediendo el testigo a Emilio Saracho.
“Popular es un gran banco, con sus dificultades pero también fortalezas. Las dificultades tienen que ver con una decisión de un momento del pasado, no adecuado, y nos tenemos que librar de esta herencia”, en referencia a la apuesta por el ladrillo que emprendió Popular bajó el mandato de Ron.
“Es una franquicia que es una joya. Popular es un banco herido, pero que está reaccionando, con una transformación y limpieza del balance. Tenemos un equipo humano de narices, buenísimo, y al que no le gusta que llevemos mucho tiempo saliendo en los periódicos por cosas que no son el negocio”, ha señalado Larena en unas jornadas organizadas por el IESE y EY.