Banca

Moncloa se aferra al veto a BBVA y rechaza buscar un ‘caballero blanco’ para defender al Sabadell

La ausencia de sinergias complica encontrar un banco europeo para contraofertar. En la entidad catalana insisten en su plan en solitario como principal defensa.

  • El presidente del BBVA, Carlos Torres Vila (i), y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (d) -

El Gobierno apuesta por el veto como única vía para frenar la opa de BBVA al Sabadell. Desde Moncloa se considera que tienen a su alcance mecanismos legales suficientes, como interceder en la fase de autorización por parte de la CNMC y con la última palabra para dar el visto bueno a la fusión. Por lo que se descarta buscar un ‘caballero blanco’ para socorrer al Sabadell, como está promoviendo en otras empresas como Talgo, según trasladan a Vozpópuli fuentes gubernamentales.

La figura del ‘caballero blanco’ es como se le conoce en el argot empresarial a una empresa o a un grupo de inversores al que recurre otra compañía a la que han lanzado una opa hostil para que contraataque con otra oferta mejor. BBVA anunció el pasado 9 de mayo una propuesta de canje a los accionistas del Sabadell con las mismas condiciones que tan sólo tres días antes había rechazado el consejo del banco catalán.

Desde ese momento, la alternativa para defenderse con un ‘caballero blanco’ sobrevuela en el Sabadell, aunque distintas fuentes financieras descartan que al banco le sea posible atraerlo sin ayuda. Y el Ejecutivo “en su conjunto”, según fuentes gubernamentales, “no está trabajando en esta opción”. La cúpula del Sabadell, por su parte, se focalizará en su plan en solitario para seguir aumentando los resultados trimestrales como principal arma de defensa, como señalan desde la entidad.  

Sin sinergias

La opción de un banco español se considera imposible en el sector financiero, porque cualquiera de los dos grandes (CaixaBank y Santander) darían lugar a un gigante mayor que la combinación de BBVA y Sabadell, lo que chocaría con el argumento de Moncloa de que la opa perjudica la competencia.

El caso de una entidad europea también es bastante difícil. El Sabadell, según fuentes financieras, ya atrajo en el pasado la atención de un “gran banco de fuera de España” para protagonizar una fusión. Pero la operación se desechó por la falta de sinergias. La teoría es fácil: entre entidades de distintos países hay menos solapamientos de red y de empleados, por lo que los ahorros de costes son menores.

Tan sólo unos días después de la opa hostil, BNP Paribas descartó contraofertar por el Sabadell. “Si no eres un jugador doméstico, no puedes comprar a un jugador como Sabadell. No hay forma de que un banco no español se pueda posicionar como ‘caballero blanco’ en una situación como esta”, admitió sin ambages Jean-Laurent Bonnafe, consejero delegado del gigante francés, ante sus accionistas.

En contra juega también la ausencia de un fondo de garantía de depósitos común en las fronteras de la Unión Europea. Este sería el principal incentivo, según los banqueros, para lanzarse a protagonizar operaciones transfronterizas, como quiere el Banco Central Europeo (BCE) para dar por cerrada la unión bancaria en Europa.

¿Favor para el Gobierno?

“El Gobierno tendrá la última palabra”, repite Carlos Cuerpo, ministro de Economía, desde hace días para mostrar la oposición férrea de Moncloa. Algunas fuentes apuntaban a un banco europeo o un fondo como posibles ‘caballeros blancos’ pero más como "un gesto" para ganarse el “favor” del Gobierno que por una apuesta clara por crecer en España.

En cualquier caso, la cúpula de BBVA mantiene el pulso pese a la presión del Ejecutivo. El banco ya ha pedido registrar de forma oficial la opa en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y ha notificado la operación tanto al BCE como a la CNMC. Este último organismo puede abrir una segunda fase si detecta problemas de competencia que requieren un mayor análisis. En este punto, consultaría a terceros interesados y puede imponer nuevas condiciones.

"El Gobierno puede alegar criterios de seguridad nacional para desmarcarse de la decisión de la CNMC sobre la operación

Sólo bajo este escenario el Ministerio de Economía podría interceder en el proceso de autorización de la opa y tendría un mes para desmarcarse de la propuesta de la CNMC, pero alegando criterios distintos de los de competencia, como los relacionados con la seguridad nacional, la protección del medioambiente o la promoción de la innovación, entre otros.

Si la opa es aprobada por Competencia en primera fase, al Gobierno sólo le quedaría la vía de vetar la integración de BBVA y Sabadell, aunque en este caso hay dudas razonables de que tuviera “base legal” para hacerlo, como trasladan los propios directivos de La Vela en los contactos con los inversores.

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