“Cuando Francisco González ve movimientos políticos, sale despavorido”. Así interpreta un banquero cercano a BBVA la decisión de la entidad de descolgarse en el último momento del proceso de venta de Banco Popular.
La entidad presidida por González era hasta ahora unas de las favoritas para quedarse con Popular, ya que estuvo cerca de quedarse esta entidad a finales del año pasado cuando todavía era presidente Ángel Ron. Puso entonces sobre la mesa 1,35 euros por acción, casi el doble del precio de la cotización actual.
Pero ahora ha decidido no presentar de momento oferta por Popular, según avanza El Pais y confirman distintas fuentes financieras a Vozpópuli. Deja así la responsabilidad y oportunidad sobre la mesa principalmente de Banco Santander, que tras no comprar nada en España durante la crisis tendrá la posibilidad de quedarse con la entidad presidida por Emilio Saracho.
Desde el entorno de BBVA ven tres interpretaciones a este movimiento de González: que haya visto algo nuevo en el análisis de Popular que le eche para atrás, en lo que puede influir los posibles litigios de accionistas; que no quiera afrontar ahora una fusión intensa y complicada; y que no quiera estar en un proceso en el que el Gobierno forma parte indirecta, a través de Bankia y en el que ha habido presiones de las autoridades en los últimos días.
Otras 'espantadas'
Así, González siempre ha huido de operaciones con intereses públicos, como la salida a bolsa de Bankia o la creación de Sareb, en las que se descolgó sin importarle tener un enfrentamiento con el Ejecutivo socialista, en el primer caso, y con Guindos, en el segundo.
No se descarta que BBVA vuelva al proceso más adelante y que esta retirada se quede en un mensaje temporal de González a Saracho y Guindos. Éste es que no va a entrar en una operación para solucionar un problema sectorial, sino que sólo va a mirar por el interés de sus accionistas.
La operación, asesorada por JPMorgan, queda por tanto pendiente de la inversión que esté dispuesta a hacer Santander y si se activa el plan B, de Bankia.