“No hay demanda solvente, pero sí una competencia brutal por la que hay”. Así explica un banquero el desafiante entorno que encaran las entidades financieras. Así lo reflejan las últimas estadísticas del Banco de España, con datos a finales de noviembre, que vaticinan que 2016 se cerrará con un frenazo del 13% en la concesión de nuevos créditos y el mínimo histórico en la financiación a empresas (desde que hay datos, en 2011).
El mismo banquero añade que no se fía de la recuperación económica, ya que con un crecimiento del PIB del 3,2% en España la demanda de crédito debería ser mucho mayor.
Lejos de ello, los bancos españoles prestaron 365.000 millones entre enero y noviembre del año pasado, un 13% menos que en el mismo periodo de 2015. El desplome llega propiciado por la brusca caída de la nueva financiación a empresas, de casi el 18%. La concesión de hipotecas y créditos al consumo mejoraron, pero siendo incapaces de compensar el frenazo empresarial.
Estas cifras son preocupantes principalmente por dos motivos: porque reflejan que las empresas están lejos de su mejor momento, más centradas de momento en desapalancarse que en financiar nuevos proyectos de crecimiento; y que los bancos siguen perdiendo negocio frente a otros competidores, acentuando una crisis de modelo que puede forzar fusiones en los próximos meses.
Dentro del frenazo en el crédito a empresas, las cifras son especialmente significativas con las grandes compañías, que en 2016 recibieron un tercio menos de financiación, pasando de los 202.000 millones de los once primeros meses de 2015 a 135.000 millones. “En mi opinión, la alternativa de la financiación mayorista explica la caída en la financiación bancaria a las grandes empresas”, señala José Luis Martínez Campuzano, portavoz de la Asociación Española de Banca (AEB).
Aun así, Martínez Campuzano cree que el crédito a pymes sí que está mejorando, mostrando “el esfuerzo que están realizando [los bancos españoles] para financiar el crecimiento de la economía". En el caso de las empresas más pequeñas, el repunte del crédito es del 4,4% en 2016; mientras que en el caso de las medianas cae cerca de un 1%.
Hipotecas, consumo y pymes son tres segmentos cuya financiación sí que creció en 2016 y por los que los bancos están poniendo toda la carne en el asador
Junto al desapalancamiento y la apertura de otras vías de financiación (como las emisiones en los mercados, las Fintech o los fondos que hacen direct lending), 2016 fue un año en el que el parón político paralizó proyectos empresariales.
Hipotecas y consumo
La buena noticia para la banca es que, frente al parón del crédito empresarial, el dirigido a los hogares resucitó durante el año pasado. La concesión de nuevas hipotecas se aceleró un 13% entre enero y noviembre del año pasado, al prestarse 36.000 millones para la compra de viviendas. Y las entidades financiaron el consumo con 23.000 millones, casi un 30% más que en 2015.
Aun así, hay que tener en cuenta que estas cifras siguen recogiendo muchas renegociaciones. Principalmente en el caso de las hipotecas, que ascendieron a más de 6.000 millones en los once primeros meses de 2016, sobre todo para convertir hipotecas con cláusulas suelo en nuevas a tipo fijo.