El Banco de España ha repetido a lo largo de la crisis sanitaria de la más que previsible escalada de los créditos dudosos, como consecuencia de la difícil situación financiera por la que atraviesan empresas y trabajadores desde el estallido de la pandemia. El gobernador de la institución monetaria, Pablo Hernández de Cos, cree que el mayor riesgo para el sistema financiero es actualmente la gestión de los creditos fallidos.
Las últimas advertencias han venido recientemente de la Asociación Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés), que ha hecho un llamamiento acerca de la creciente proporción de préstamos que muestran un aumento significativo del riesgo crediticio, después de que el volumen de los que están en situación de moratoria se haya reducido a la mitad en los últimos meses. La EBA ha señalado que el volumen de los préstamos calificados “bajo vigilancia especial” (“stage 2”, en la jerga bancaria) ha aumentado en todos los ámbitos, particularmente en los préstamos que aún permanecen bajo el paraguas protector de las moratorias legales.
A cierre de 2020, los préstamos “stage 2” han pasado de representar el 7% del total en marzo de 2020 a ser ya el 9,1% para los países del Espacio Económico Europeo (UE más Islandia, Liechtenstein y Noruega). Este porcentaje es casi tres veces superior al de los préstamos con calificación de “dudosos” (3,2%), lo que se interpreta como una amenaza más para la cuenta de resultados de la banca. En el caso de España, el crecimiento ha supuesto pasar del 5,7 % al 7,1% en apenas nueve meses. No obstante, casi nueve de cada diez préstamos están calificados como de riesgo normal (“stage 1”).
Las advertencias del Banco de España y de la EBA han tenido su confirmación con los resultados del primer trimestre del año.
Caixabank
La principal entidad financiera en España, Caixabank, ya con Bankia integrada, presume de tener una cartera creditica sana que representa el 96,6% del total, o lo que es igual, préstamos sin problemas aparentes por importe de 234.500 millones de euros. Pero la tasa de morosidad ha aumentado del 3,3% al 3,6% con la fusión, siendo más elevada en los créditos al cosnumo (4,9%).
Con los datos de marzo, Caixabank tiene bajo vigilancia especial (“stage 2”) 36.116 millones de euros en créditos, cifra que no es comparable con la del año anterior al no haberse cerrado entonces la fusión con Bankia. Pero hay un dato que confirma la advertencia de la EBA: sin tener en cuenta a Bankia, la entidad catalana ha pasado de tener 20.820 millones de euros bajo la calificación “stage 2” a tener 22.064 en los tres primeros meses del año. Como “dudosos” figuraban en marzo pasado 14.077 millones.
Los créditos en moratoria aún ascienden a 12.800 millones a cierre de abril. La exposición a sectores más afectados por la crisis derivada de la pandemia asciende a 33.300 millones de euros, de los que 13.000 millones corresponden al turismo Las operaciones de refinanciación suman ya 11.700 millones, de los que 7.200 millones son “dudosos”.
Banco Santander
Banco Santander reconoce en su informe financiero del primer trimestre que “los préstamos que todavía están sujetos a moratoria están siendo objeto de un estrecho seguimiento”. En su conjunto suman 16.000 millones de euros, concentrados fundamentalmente en España y Portugal, con alrededor de 7.000 millones de euros con vencimiento a finales del segundo trimestre.
La entidad que preside Ana Botín, señala que la exposición crediticia “sujeta a deterioro” es de 987.000 millones de euros, de los que el 89% (885.000 millones) están en situación normal, es decir, el riesgo no ha sufrido variación alguna desde la concesión del préstamo. En cuanto al resto, la entidad asegura que el volumen de los créditos bajo vigilancia especial (“stage 2”) ha subido tras el aumento observado en 2020, que se debió al deterioro macroeconómico causado por la pandemia. Suman ya 70.000 millones de euros, un 32% más que en marzo del pasado año.
BBVA
BBVA ha pesentado en el primer trimestre del año un aumento de la mororidad de tres décimas, desde el 4% de marzo de 2020 al 4,3% actual. El saldo de dudosos ha subido a 15.613 millones de euros, un 2,1% más que hace doce meses, pero con una salvedad: el volumen de crédito sujeto a riesgo se ha reducido en cerca de 15.000 millones. En España, los créditos dudosos suman 8.495 millones de euros, un 1,9% más que en marzo del pasado año. Por calificación de riesgos, en situación de vigilancia especial (“stage 2”) hay un volumen de 36.262 millones, de los que 17.706 millones corresponden a España, con un deterioro acumulado de 806 millones.
Sabadell
Banco Sabadell asegura que el 88,9% de su cartera crediticia mantiene los riesgos normales de cualquier crédito. Su cartera de dudosos asciende a 6.127 millones de euros, un 5,5% más que a cierre de 2020, aunque en relación con marzo de ese mismo año apenas ha variado. La entrada de saldos dudosos en el primer trimestre ha sido de 757 millones de euros, frente a los 472 del primer periodo de 2020, aunque la recuperaciones han permitido reducir la cifra neta a 319 millones.
Bankinter
Bankinter, probablemente la entidad con mejores ratios de actividad, rentabilidad y riesgos del sistema financiero español en los últimos años, ha presentado un incremento del 16,83% en el volumen de préstamos con calificación de “riesgo bajo vigilancia especial”, que ha pasado de 1.712 millones de euros en marzo del pasado año a 2.000 millones en marzo pasado. Todo lo contrario ha sucedido en los créditos dudosos, que se han reducido en un 3,31%, hasta 1.692 millones.
El montante de los riesgos bajo “vigilancia especial” ha aumentado un 3,6% en tres meses, hasta situarse en 12.265 millones de euros. Son el 7,4% de la cartera. El banco tiene una cartera de créditos en moratoria de 1.986 millones, casi en su totalidad de préstamos hipotecarios. El 73% vence a lo largo del segundo trimestre
Deterioro de los créditos
El nuevo estándar de contabilidad internacional (IFRS 9), que entró en vigor hace poco más de tres años, divide en tres categorías el posible deterioro de los riesgos de los préstamos. El primer nivel o “stage 1” incluye todas las operaciones cuyo riesgo crediticio no se haya deteriorado respecto del reconocido inicialmente, tal y como lo define Analistas Financieros Internacionales.
El segundo nivel de riesgo, “stage 2”, es un indicador de aviso: aglutina todos los activos que sí han experimentado un incremento significativo del riesgo, pero que aún no han supuesto pérdidas a la entidad. Son préstamos sobre los que pesan sospechas razonables de recuperación, pero que no pueden clasificarse como dudosos.
Los riesgos normales se provisionan con cantidades que puedan cubrir la pérdida esperada a doce meses vista. En los casos de “vigilancia especial” y “dudosos”, con la pérdida potencial de los años de duración del préstamo. La EBA calculó que la implantación de esta nueva normativa de contabilidad podría incrementar el volumen de provisiones un 18% y reducir el capital de primer nivel en 60 puntos básicos.
A efectos contables pueden llegar a suponer una importante merma de la cuenta de resultados de una entidad bancaria
La EBA reconoce a la banca española un montante de créditos dudosos de 69.700 millones de euros (53% procedentes de la financiación a los hogares) a finales del pasado año. Son el 3,4% de los créditos, aunque los de riesgo creciente suben al 7,1% y los “normales” suponen el 89,5%. La clasificación está encabezada por Francia, con 119.300 millones de euros. El segundo país en orden de importancia es Italia, con 76.700 millones. Reino Unido tiene cerca de 60.000 millones y Alemania, apenas 32.500 millones. En conjunto, los países del Espacio Económico Europeo sumaban a cierre de 2020 cerca de 468.000 millones de euros en créditos dudosos.
Italia es la economía más perjudicada de la UE de entre las grandes. El volumen de créditos en situación de “vigilancia especial” ascendía a 31 de diciembre del pasado año al 13,7% del total, cuando en Alemania era del 9,2% y en Francia, del 8,4%. Los peores datos se dan en Rumanía, con el 19,7%, Chipre, con el 18,2%, y Austria, con el 18,1%.